(El Mercurio) Cuando a mediados de noviembre la Foods and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos autorizó un tipo de salmón modificado genéticamente para que fuera consumido por humanos, uno de los que celebró con más algarabía fue el ex controlador del laboratorio CFR, Alejandro Weinstein.
El pescado en cuestión, llamado salmón AquAdvantage, fue creado por AquaBounty Technologies, en Massachusetts. Y en esta firma participa CFR, que tiene el 15,33% de la propiedad.
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Aunque Weinstein ya no tiene acciones en la compañía que fundó y luego vendió a Abbott en US$2.900 millones -creando el grupo CFR-Abbotts-, sí ha seguido paso a paso el proceso de obtención de las autorizaciones.
Y por ello se alegró cuando la FDA declaró que el producto Salmón AquAdvantage es «tan seguro y nutritivo como la comida de cualquier otro salmón Atlántico no modificado genéticamente; y que no hay diferencias biológicas relevantes en el perfil nutritivo del AquAdvantage en comparación con otros salmones Atlántico».
La decisión de la FDA llegó tras años de controversia sobre el pescado, que es un tipo nuevo de salmón Atlántico inyectado con un gen del salmón Chinook del Pacífico para hacer que crezca más rápido. Sin embargo, el salmón AquAdvantage deberá criarse solamente en dos instalaciones específicas, en Canadá y Panamá.
«La aprobación no permite que el salmón AquAdvantage sea criado o crezca en Estados Unidos», detalla el organismo. La FDA concluyó que la empresa «cumple con los requisitos reglamentarios para la autorización, incluyendo que la comida de este pescado es segura para comer», dijo Bernadette Dunham, directora del Centro de Medicina Veterinaria de la FDA.