El extenso análisis de la reforma laboral en el Senado

Jul 6, 2015

El próximo lunes la Comisión del Trabajo continuará conociendo la opinión de diversos actores vinculados a la norma, todo con el fin de votar –de manera informada- la idea de legislar.

(Senado.cl) Una primera mirada a aspectos como la titularidad de la sindicalización, el derecho a huelga y los efectos en la producción de la negociación colectiva dieron los integrantes de la Comisión del Trabajo y Previsión Social a la propuesta que moderniza el sistema de relaciones laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo.

Esto luego de escuchar durante la mañana de este lunes 6 de julio a representantes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

Por la tarde, fue el turno de la Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta (Fedefruta), la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la Confederación Minera de Chile, la Confederación de los Trabajadores del Cobre, la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) y la Federación Minera de Chile.

Otras entidades que se encuentran expresando sus impresiones son la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), la Cámara Nacional de Comercio, la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio y la Confederación Nacional de Sindicatos y Federaciones de Trabajadores del Comercio.

Titularidad sindical

En la jornada vespertina, los legisladores escucharon al presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, quien analizó los potenciales efectos de la reforma en su sector. «La productividad minera ha bajado su productividad debido, entre otros factores, al incremento de remuneraciones. Debemos reconocer que en esta área existe un 90% de sindicalización, pero quiero hacer ver que la titularidad sindical que se propone no es conveniente porque no basta con la institución en sí misma sino que es necesario ahondar en la cobertura», argumentó.

Cuestionando el proyecto, el ejecutivo manifestó que «una buena negoción donde ambas partes quedan relativamente contentas, los incrementos de los beneficios generan productividad, y ella no es sectorial, es casi siempre empresarial», junto con aseverar que no es buena idea los sindicatos interempresas.

Huelga pacífica

El vicepresidente de la Fedefruta, Felipe García Huidobro, abogó por una norma que «sea un matrimonio bien avenido que no ahonde en una lucha de clases». Asimismo, garantizó que «este proyecto está pensado en lo general, por lo que no contempla nuestra realidad como trabajadores».

«Tenemos dudas respecto la oportunidad de la negociación colectiva en cualquier tiempo, la prohibición del reemplazo de trabajadores en huelga y definición de servicios mínimos, la rendición de estados financieros, las nuevas facultades de la Dirección del Trabajo (DT) y multas por conductas antisindicales», enumeró profundizando en el hecho que fue mala señal la decisión de eliminar el adjetivo «pacífica» del término «huelga» del proyecto original.

Polarización

El secretario general de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, aclaró que «nosotros también representamos a la pequeña y mediana minería, y este sector también confía en que el Senado sea un espacio suficiente para revisar los aspectos más complicados».

«Tenemos una alta tasa de sindicalización pero debemos reconocer que somos un sector que ha enfrentado una polarización importante que hemos advertido al ver la violencia que se ha tomado algunas huelgas», puntualizó. A su vez hizo ver lo complejo que resultan las paralizaciones en este ámbito, «un sindicato podría llegar a detener una empresa, hay que reflexionar en ello con cuidado», advirtió.

Necesidades específicas

El director nacional de temas laborales de la Confederación Minera de Chile, Carlos Contreras, pidió también particularidad en el debate porque aseguró que necesitan que «se vean nuestras necesidades específicas». A reglón seguido valoró las indicaciones introducidas por la CUT relación con los trabajadores aprendices de las grandes empresas, el piso en la negociación y titularidad sindical.

«Acá no vemos en esta propuesta aspectos relacionados con la capacitación, la salud ocupacional, el retorno de la licencia médica y la jornada ‘uno a uno'», hizo ver el dirigente garantizando que «legislar sin estas condiciones mínimas es un retroceso respecto a lo que existe», subrayó.

Equidad

Luego fue el turno del presidente de la Confederación de los Trabajadores del Cobre, Manuel Ahumada, quien hizo referencia a la necesidad de impulsar medidas en pro de la equidad, planteadas en el programa de Gobierno. En su sector, cuestionó que «Cochilco no tenga cifras desagregadas que dé cuenta de la realidad laboral».

«Cuando se dice que los trabajadores ideologizamos el debate, hay una carga en ese sentido mayor en nuestra contraparte», subrayó criticando los pactos de adaptabilidad considerando que esta práctica beneficiaría solo a las grandes empresas.

Paradigma empresarial

El consejero de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), Sergio Morales, valoró que «después de 35 años se modernice la legislación construida en dictadura». Luego otro de los dirigentes cuestionó algunos paradigmas del mundo empresarial que llevan a pensar la conveniencia de «terminar con las indemnizaciones, por ejemplo».

Respecto a la titularidad sindical y la extensión de los beneficios del convenio colectivo, la FTC se mostró a favor a los cambios introducidos por la Cámara Baja. «Al menos debiera considerarse la reajustabilidad del IPC en el piso del término de la negociación», destacó.

Reemplazo de funciones

El presidente de la Federación Minera de Chile, Gustavo Tapia, dijo ver una dicotomía entre remuneraciones y utilidades de la empresa. En este diálogo, el dirigente aclaró que ellos agrupan a 18 sindicatos de la minería privada, los que aportan un 10% del Producto Interno Bruto (PIB).

Entre las demandas de esta entidad se mencionó «eliminar la prohibición del reemplazo de funciones. Se dice que este reemplazo no se relaciona con un puesto de trabajo, pero creemos que esto va en contra de los fallos de la Corte Suprema», comentó Tapia.

Jornada matutina

Desde las 10:00 hrs., los legisladores escucharon a representantes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT). La idea es que los congresistas se formen su propia opinión antes de proceder a votar la iniciativa en segundo trámite.

Habiendo tomado conocimientos de las distintas opiniones, los congresistas realizaron una serie de consultas tanto a los invitados como al Ejecutivo.

El presidente de esta instancia, el senador Juan Pablo Letelier, revisó los distintos tipos de contratos por áreas productivas, haciendo ver sus inquietudes respecto a que el sector de servicios sea donde más efectos tenga la norma.

«Me gustaría consultar a la CUT el concepto de libertad sindical. A mi juicio se entiende por este, el derecho a constituir y participar en un sindicato, ya que no se ha visto el tema del tamaño y la representación», afirmó el legislador.

El senador Hernán Larraín planteó como materias ausentes en el debate que sería necesario incorporar en las próximas semanas: la pertinencia de incluir a los trabajadores del sector público en la norma; el rol de la mediación y el arbitraje; la nueva mirada de trabajo en el futuro; y la globalización laboral.

«Lo peor que puede pasar a los trabajadores es que por la crisis económica se tengan menos fuentes el trabajo, lo que obviamente afecta a los que están mal pagados y a los que no tienen empleo», pronosticó.

El senador Andrés Allamand expresó su molestia manifestando que «no me parece que la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, haya abandonado la sala tras exponer».

Consultó si estos cambios afectarán los niveles de inversión (creación y mantención de empleo) como sí habría ocurrido con la reforma tributaria. «Hay conductas de los empresarios que van en contra de lo que hemos escuchado. Por ejemplo en los supermercados hay muchos jóvenes empaquetadores que ejercen en forma precaria», hizo ver.

La legisladora Adriana Muñoz se refirió al ambiente de la tramitación del proyecto. «Esta propuesta no apunta a resolver el problema de las relaciones laborales; solo busca ver los derechos colectivos de los trabajadores, es un tema puntual», declaró.

A su juicio, «el sindicato se ve como una herramienta ideológica y se le califica como nociva, esto debe cambiarse porque estamos frente a un instrumento básico para mejorar las condiciones considerando que el abuso laboral es escandaloso». En esta línea «pido a los empresarios a que cambien esta mirada sesgada».

La senadora Carolina Goic aseguró que «el trabajo solo se entiende en forma colectiva, y como hoy existe una asimetría, es clave establecer un puente». En relación con la agenda laboral, aclaró que «esta reforma es un punto más de esta pauta pero hay muchos temas que no se agotan acá».

«Están bien resueltos lo grueso de la reforma que se vio en la Cámara Baja, pero creo que acá podemos hacer más mejoras. Igual quiero consultar al Ejecutivo respecto a los pactos de gradualidad en la sindicalización y la definición de servicios mínimos», detalló la congresista.

Exposiciones

La primera en hacer uso de la palabra fue la ministra Ximena Rincón, quien mencionó los objetivos de la propuesta sin entrar en detalles. «Con este mensaje nos ponemos al día en la deuda que tenemos como país respecto a la necesidad de impulsar políticas en pro de la equidad», argumentó.

«Si vemos estudios internacionales, llegamos a la conclusión que las empresas que mantienen mejores relaciones con sus empleados y que por tanto los valoran, tienen mejores resultados productivos. Si queremos alcanzar el desarrollo, debemos pensar en ello», aseguró al terminar su intervención.

Sindicatos y productividad

Luego fue el turno del presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alberto Salas, quien declaró que «manifestamos nuestro discrepancia con la reforma del Gobierno, por lo que hacemos un llamado a que construyan una auténtica agenda laboral».

Sus críticas apuntaron a cuestionar la tesis de que en Chile sería clave fortalecer la sindicalización. «La tasa de sindicalización en nuestro país no es baja como se ha planteado, incluso es mayor que el promedio de la OCDE. El desarrollo no dice relación con este factor, de hecho las naciones que miramos como modelo, han reducido el número de sindicatos», comentó apuntando a dos medidas básicas que sí permitirían dar un paso al progreso: flexibilizar los acuerdos entre las partes e incrementar la capacitación.

Equilibrio entre las partes

A su turno, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, valoró el texto en tramitación, particularmente los tres pilares de la libertad sindical: el sindicato, la negociación colectiva y derecho a huelga. Asimismo, hizo un llamado a los senadores a impulsar esta reforma aprobándola con los ajustes realizados en la Cámara Baja, puesto que «se trata de una propuesta mínima, queremos que se avance y no se retroceda».

«Donde hay empresas con sindicatos existe un respeto de los contratos colectivos. Esto no es trivial. También quiero desmentir lo que se ha dicho que este proyecto afectará a las pequeñas y medianas empresas (pymes) porque no es así. En las medianas y grandes empresas es donde tendrá implicancias», garantizó la dirigente junto con criticar «la actual asimetría de poder entre las partes (empleador y empleado) porque hoy es la empresa quien fija las reglas del juego».

Posteriormente intervinieron otros representantes de la CUT como el vicepresidente del organismo, Norberto Díaz, y el secretario general, Arturo Martínez.

«Emparejar la cancha»

En tanto, el presidente de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), Óscar Olivos, planteó la necesidad de definir qué es la empresa (capital económico más el humano) y en ese marco valorar el rol de los sindicatos.

En cuanto a la tramitación del proyecto, el dirigente comentó que «se presentaron más de 80 indicaciones, muchas de las cuales se declararon inadmisibles. Hoy el texto a pesar de los cambios que se hicieron, no emparejan la cancha que es lo que buscamos». En relación con la huelga, «la iniciativa la circunscribe a la negociación colectiva y parece ignorar los derechos de los trabajadores», subrayó.

Ejes básicos

Para el presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Alejandro Steilen, la reforma tiene dos ejes fundamentales: no reemplazo en huelga y la titularidad sindical. «Quiero pedir que se termine con el temor que se ha generalizado respecto a que si el proyecto se vuelve ley, el empleo será precario, eso no es verdad», aclaró.

«Sin esos ejes una reforma no tiene sentido. Respeto a los políticos y espero de ellos esa seriedad porque son representantes del pueblo. Espero coherencia en esta tramitación cuando se habla de los derechos de los trabajadores», concluyó.

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