Estudio abordó la explotación de jurel en el Pacífico Sur Oriental  

Jul 26, 2022

El estudio de la pesquería en el Pacífico Sur Oriental entre 1973 y 2021, fue realizado por los investigadores Eleuterio Yáñez, Francisco Plaza, Pierre Fréon y Antonio Araníz.

El jurel (Trachurus murphyi Nichols 1920) se distribuye desde el sur del Ecuador, hasta el sur de Chile (1°38’ S – 55° S), y desde las costas del Pacífico Sur Oriental (PSO) hasta Nueva Zelandia (Serra, 1991; Poulin et al., 2014). La Organización Regional del Pacífico Sur (OROP-PS) registra capturas desde 1970 para los 16 países (incluida la Unión Europea) que explotan el jurel en el PSO (SPRFMO SC9-Report, 2021). Estos indican un máximo de 4.955.186 t en 1995, que disminuyen drásticamente a 353.120 t en 2013 y que aumentarían a 814.512 t en el 2021.

Los desembarques de Chile representan el 73% de las capturas registradas para el PSO entre 1970 y 2021. En Chile él jurel es capturado por embarcaciones artesanales e industriales de cerco, representando éstas últimas cerca del 95% de los desembarques del recurso en el país (Sernapesca, 1982-2021).

Después de los trabajos de Naranjo et al. (2015) y de Yáñez et al. (2021), se analiza nuevamente la pesquería de jurel realizada en el PSO entre 1973 y 2021. Para tal efecto se considera la hipótesis de una sola unidad de stock (Parada et al., 2013) y se toman en cuenta: 1) la captura (C) de todos los países que explotan el recurso en el PSO; 2) el índice de abundancia captura por unidad de esfuerzo de pesca estándar (CPUE), deducido de los registros del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) de la flota industrial de cerco de la zona centro-sur de Chile; 3) el esfuerzo de pesca estándar (E = C/CPUE); y 4) la temperatura superficial del mar (TSM), registrada con satélites NOAA, de la zona entre los 32º – 42º S y 71º – 80º W. Cabe señalar que los desembarques de la flota industrial de cerco del centro-sur de Chile representan en el período 1973-2021 el 55% de los realizados en el PSO (y = 0,7371 x – 342235; R2 = 0,84).

En el análisis se ajustan modelos globales de producción que consideran la variabilidad ambiental (Fréon et al., 1993; Fréon & Yáñez, 1995), usando la versión del programa CLIMPROD 5.0 (2021). Adicionalmente se consideran correcciones de las capturas chilenas de jurel que implicarían aumentos en la zona centro-sur del orden de 1,79 (1998), 1,95 (1999), 1,63 (2000) y 2,15 (2001) (Yáñez et al., 2016). Estas diferencias, que se deben confirmar, se deberían a “dificultades” para identificar el jurel en presencia de otros recursos abundantes como la sardina común (Strangomera bentincki) y anchoveta (Engraulis ringens) en la zona centro-sur, y la caballa (Scomber japonicus) en la zona norte.

Así, para la pesquería del período 1973-2021 se ajusta el siguiente modelo que considera el efecto del ambiente (TSM) y del esfuerzo de pesca (E), y que fue empleado anteriormente por Yáñez et al. (2021):

CPUE = (- a + b TSM) e– c E

El modelo considera k = 5 (clases de edad significativas en las capturas), R = 2 años (reclutamiento) y el ambiente afectando la abundancia principalmente entre 0 y 2 años, y logra un R2 = 0,84 p<0.001), R2 Jackknife = 0,84 y T Jackknife = bueno. Con este modelo se estima, con la TSM promedio anual de 1999 al 2014 (más fría), un rendimiento máximo sostenido (RMS) de 504.164 t/año; y de 946.005 t/año con la TSM promedio anual de 2018-2021 (más cálida). Con este modelo y las correcciones de las capturas de Chile, el ajuste muestra un R2 = 0,86 (p<0.001), R2 Jackknife = 0,84 y T Jackknife = bueno. Luego, con la TSM promedio anual de 1999-2014 se estima un RMS de 556.102 t/año y con la TSM promedio anual de 2018-2021, un RMS de 1.051.582 t/año. Cabe señalar que durante el 2015-2018 se desarrolla un período más bien cálido asociado a sucesivos fenómenos El Niño, eventos que aumentarían la disponibilidad y por ende la CPUE, y no necesariamente la abundancia del recurso. En el 2020 se manifestó una TSM promedio anual bastante fría, lo que no fue previsto por Yáñez et al. (2020); en tanto que el 2021 fue aún más fría.

Sin embargo, el modelo antes descrito presenta algunos problemas. Con las bajas temperaturas observadas los pronósticos de CPUE, capturas y RMS resultan negativos. Además, los residuos entre las CPUE estimadas y observadas presentan una cierta tendencia al aumento y los residuos de la CPUE versus E o versus TSM presentan una cierta heterocedasticidad. Estos problemas se solucionan al considerar el siguiente modelo:

CPUE = ((a TSMb) + d E) (1/c-1)

Este modelo incorpora una relación no lineal entre CPUE y TSM, dentro del modelo de producción generalizado de Pella y Tomlinson (1969). El modelo considera igualmente k = 5, R = 2 años y el ambiente afectando la abundancia principalmente entre 0 y 2 años, y logra un R2 = 0,88 (p<0.001), R2 Jackknife = 0,86 y T Jackknife = bueno. Así, con este modelo se estima considerando la TSM promedio anual de 1999-2014 (más fría) un RMS de 729.257 t/año y con la TSM promedio anual de 2018-2021 (más cálida) un RMS de 939.592 t. Si utilizamos este mismo modelo pero considerando las correcciones de las capturas de Chile, el ajuste muestra un R2 = 0,90 (p<0.001), R2 Jackknife = 0,88 y T Jackknife = bueno. Y si consideramos la TSM promedio anual de 1999-2014 (más frío) se estima un RMS de 777.500 t anuales; en tanto que si se estableciera un ambiente con la TSM promedio anual de 2018-2021 (más cálido), se lograría un RMS de 1.007.036 t.

Cabe señalar que la Comisión de la OROP-PS adoptó para el 2021 una captura total permisible de 817.943 t. Por otra parte, se constata que el análisis muestra ciertas diferencias al usar los datos corregidos y los sin corregir. También que el período 1983-1998 es más bien cálido con un promedio anual de 13,712 °C y capturas bastante más altas (3.318.098 t de promedio anual) que las más recientes (400.000 – 800.000 t). En tanto que el promedio del período 1999-2014 es más frío (12,909°C) y aún más la TSM promedio anual del 2020 (12,843 °C) y la del 2021 (12,592). Por otro lado, se observa una disminución de la TSM al comparar el promedio anual del período cálido de 2015-2018 (13,622°C), con el promedio anual de 2019 (13,188°C). Yáñez et al. (2020) analizan los datos de 1983 al 2019 y consideran para el pronóstico la TSM de 2019 y no la que realmente se dio en el 2020, lo que podría implicar una sobreestimación de las capturas pronosticadas. En el presente trabajo se supone que el enfriamiento no seguirá y que las condiciones volverían a las de 1999-2014, razón por la cual la TSM promedio anual de este período es considerada en los pronósticos; aunque también consideramos la temperatura promedio de los últimos cuatro años (1998-2021; 13,034°C). La de 1999-2014 fue una de las dos TSM consideradas por Yáñez et al. (2019). Por otra parte, un posible aumento de la disponibilidad se podría dar por una migración del jurel hacia el sur debido a los efectos del cambio climático, tal como sucedería con el pez espada (Silva et al., 2015).

Finalmente recordar que este recurso implicó capturas cercanas a 5 millones de t en 1995, las que caen a 400.000 t de promedio anual en el período 2012-2017, aumentando a 670.000 t anuales en el período 2018-2021. El recurso jurel se estaría recuperando de una gran sobreexplotación, cuyo costo para el ecosistema no ha sido todavía evaluado, toda vez que junto a este recurso se capturan otras 42 especies, aunque representando solo el 1% de las capturas. Cabe entonces la pregunta ¿Por qué la pesquería no se detuvo en niveles óptimos de explotación biológica asociados a rendimientos máximos sostenidos?

Revise el estudio aquí.

Fotografía: Produce

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