El pasado domingo 25 de diciembre Chile sintió nuevamente la fuerza de la naturaleza. Es que a las 11:23 horas un terremoto de magnitud 7.6 grados Richter azotó la zona sur del país afectando específicamente a la comuna de Quellón (Provincia de Chiloé, Región de Los Lagos), con epicentro a 67 kilómetros de la localidad de Melinka (Provincia de Aysén, Región de Aysén).
El movimiento telúrico se percibió en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén; donde tempranamente el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) estableció la alerta de tsunami. Sin embargo, pasadas las 14:00 horas se canceló tanto esta como el estado de precaución proclamado.
A menos de 24 horas del suceso, el equipo de Desafío Levantemos Chile estaba en el lugar constatando los hechos y realizando un levantamiento de las necesidades –tanto urgentes como a largo plazo– de los lugareños. Esto va de la mano con una de las premisas de la fundación, ya que desde sus inicios se ha propuesto estar en el lugar en un máximo de 24 horas, según así estén las condiciones.
Una vez en la zona, Levantemos Chile, representada por su director ejecutivo, Nicolás Birrell, y su director de operaciones, Askaan Wohlt, constataron los daños estructurales en la ruta y se reunieron con el jefe de emergencias de la Municipalidad de Quellón, Enrique Cárcamo, quien aseguró que la ayuda para las familias que resultaron damnificadas ya está planificada, además de evidenciar una buena reacción por parte de los ciudadanos frente a un fenómeno de esta envergadura.
Tras el encuentro con la autoridad edil, se realizó un reconocimiento de terreno donde se observaron daños menores en la feria de artesanos y en el centro de diálisis de la zona. Sin embargo, para siete vecinos del sector el panorama fue diferente: producto del intenso movimiento telúrico sus casas quedaron con evidentes daños estructurales. Y para tres de estas el terreno no posee las condiciones necesarias para una posible reconstrucción, por lo que lo más seguro es que deban llevarlo a cabo en otros lugares.
«Después de recorrer la zona y de realizar un catastro de las necesidades, pudimos ver que está todo tranquilo. El peor daño se lo llevaron los siete propietarios de las casas que fueron destruidas, pero nos informaron que recibirán un subsidio de arriendo por parte del Estado y para aquellos donde sí se puede volver a construir recibirán también el acompañamiento necesario», detalló el director de operaciones de Desafío Levantemos Chile, Askaan Wohlt.
De igual manera, comentó que como equipo están «tranquilos y contentos de que esto no haya pasado a mayores, pero sin duda era necesario constatarlo en primera persona».
