En respuesta al llamado de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura en 2022, para contribuir al diseño de la futura nueva Ley de Acuicultura, AmiChile prrsenta propuesta para este diálogo que incluye el análisis de una serie de contenidos legales que reflejen las particularidades del sector, abordando principios especiales como transparencia, participación y equidad de género, así como una institucionalidad y gobernanza que formalice la participación de los mitilicultores en la toma de decisiones.
La gerente general de AmiChile y presidenta del Pacto por una Región Sostenible e Inclusiva en la Mesa de la Mitilicultura, Yohana González, señala que «la mitilicultura chilena, es la segunda actividad acuícola más importante del país, con una destacada presencia a nivel mundial como el principal exportador y el segundo productor, y debe ser protagonista en la elaboración de esta ley. Existen diferencias fundamentales de la actividad con otras, especialmente con la salmonicultura, su diversidad en los segmentos productivos, producción extensiva sin incorporación de alimento externo, y un manejo, productivo más amigable con el entorno y el medio ambiente. Sin embargo, estas diferencias no estén reflejadas en la legislación actual».
En el marco del proceso participativo liderado por AmiChile, se están llevando a cabo diversas acciones, incluyendo la revisión exhaustiva de la ley actual con el respaldo de abogados expertos, el análisis de regulaciones de otros países, y la realización de encuestas y talleres con los mitilicultores para recabar sus opiniones y visiones.
«Tenemos la convicción de que nuestro sector merece una ley que reconozca sus características únicas y es fundamental que los mitilicultores se involucren activamente en este proceso para garantizar que sus intereses y necesidades sean adecuadamente representados en la futura legislación», afirmó González.
En cuanto al régimen de acceso, por ejemplo, se plantea la necesidad de generar espacios exclusivos para los mitilicultores, establecer reglas ambientales y sanitarias particulares, y destinar una parte del pago de la patente a la investigación para el sector, con un enfoque local.
Fotografía: AmiChile