Francisco Rodríguez Sepúlveda, uno de los socios fundadores de Servicios Aeronáuticos Austral Fjords, relató cómo se decidió a emprender literalmente el vuelo para formar una empresa de servicios aeronáuticos en el sur de Chile. Anteriormente, se trabajó en corredoras de bolsa en Santiago y, debido a la pandemia, decidió radicarse en el sur y, junto con su socio, fundar su propia empresa.
«La iniciativa surgió principalmente buscando alternativas para eficientar los trayectos de la gente en la industria acuícola y en el turismo, tanto en tiempos como en costos, con capacidad de acción y reacción que ninguna otra empresa puede ofrecer y la posibilidad de llegar a lugares únicos sin mayor demora. Por ejemplo, reducir en uno o incluso dos días de trayecto (avión, transfer, embarcación, etc), a solo un par de horas de vuelo en hidroavión. Aunque no se vea implícitamente, hay un tremendo ahorro en todo sentido», recuerda Francisco Rodríguez a Medios AQUA.
«La iniciativa nació junto mi amigo y socio actual, Rodrigo Noriega, quien fue piloto durante casi 30 años con Douglas Tomkins, y desde hace años él ya volaba hidroaviones en el sur de Chile, siendo uno de los tantos históricos pilotos de la zona en esta disciplina. Al poco tiempo se sumó como socio don Patricio Müller, quien es abogado y que nos ha apoyado en todo lo relacionado a esta materia”, relata.
Francisco viajo a Canadá y a Estados Unidos para ver cómo funciona la operación de grandes empresas de hidroaviones en esos países, donde el transporte en este tipo de aeronaves es algo cotidiano, especialmente en la salmonicultura en Canadá. En dicha visita logró reunirse con empresarios locales, rescatando y tomando en consideración las mejores prácticas de la industria para luego ser replicadas en el sur de nuestro país.
Normar todos los aspectos relacionados con la operación de estas aeronaves en el país no ha sido fácil. «Con la adquisición de nuestro avión para operarlo comercialmente, logramos, y una vez escritos y normados diversos aspectos legales, formalizamos nuestra empresa. Todo con la perspectiva de satisfacer una necesidad existente. Logrando formalizarnos como la primera empresa de hidroaviones de Chile», detalla.
Así se dio vida a la primera empresa aérea comercial de hidroaviones de Chile, fundada en 2021 en la Patagonia. Basados en la región de Los Lagos, tienen la capacidad de amerizar en lagos, canales y fiordos, desde la región de La Araucanía hasta la región de Magallanes, convirtiéndose en los únicos capaces de llegar a lugares donde otros no pueden.
Eficientar traslados
Destaca que dentro de su motivación estuvo observar cómo se ha desarrollado la industria de la salmonicultura y también el crecimiento reactivo de la industria aeronáutica civil en la zona sur. «Vimos que había una necesidad principalmente en hacer más eficientes los traslados, considerando que dentro de los centros trabajan día a día alrededor de 3.000 personas (si consideramos en promedio 4 a 5 personas por centro activo en 2 turnos mensuales), mientras que hay datos de que son más de 50.000 las ligadas a la industria del salmón (directa e indirectamente), concluyendo que habría un espacio importante para poder ofrecer este tipo de servicios y eficientando los traslados y conectar zonas aisladas», comenta.
Con el conocimiento que ya tenía Rodrigo, siendo un gran piloto y conocedor de toda la zona austral, él ya había incursionado en algunas oportunidades en realizar operaciones en hidroavión, sumado a todo lo ya estudiado con respecto a la norma nacional y lo aprendido en el viaje a Norteamérica, decidieron aterrizar y formalizar nuestra idea.
Hoy en día mantienen constante comunicación con la Armada, trabajando en perfeccionar y mejorar procedimientos, quienes han sido clave para el desarrollo de esta iniciativa, y por supuesto que también junto a la DGAC.
«Empezamos trabajando con empresas de fondeo, haciendo relevos de personal y abastecimiento directamente en los puntos de trabajo, para evitar sacar las embarcaciones y navegar durante tantas horas para dichos propósitos, ya que esto aumenta los costos y además la empresa deja de generar ingresos por sacar la embarcación del lugar de faena. Después comenzamos con viajes de gerentes, directores y clientes de algunas salmoniculturas, donde siempre el siempre el tiempo de traslado de estas personas resulta ser clave para el negocio; además comenzamos con laboratorios, lo que ha sido muy bien valorado, pudiendo llegar a tiempo con las muestras para análisis, y evitando en algunos casos que estas deban tomarse nuevamente en los centros», acota.
Por ejemplo, Francisco relata que, una muestra desde los fiordos cercanos a Aysén hacia el Pacífico tarda alrededor de 2 horas y media en llegar a Puerto Varas, por lo que la muestra puede estar recepcionada en el laboratorio en 3 o 4 horas.
Fotografía: Servicios Aeronáuticos Austral Fjords.