(La Opinión de Coruña) El irlandés Paul Connowly es el presidente del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés), organismo científico que estudia la situación de los océanos y realiza los informes sobre la situación de las especies de interés comercial sobre las que luego la Comisión Europea determina las cuotas de pesca que se adjudican a los diferentes estados.
Tras su intervención en la conferencia científica anual del ICES, Connowly aseguró que introducir el objetivo del Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) ha permitido mejorar la evolución de determinados «stocks», como el de la merluza, pero advirtió de que hay que regular todas las actividades marinas para mantener los recursos.
¿Cuál es el estado de las pesquerías en las que opera la flota española?
La situación de las pesquerías está mejorando en general y alcanzando el objetivo del RMS. En la actualidad, la situación es cada vez mejor pero de no conseguirse este objetivo los recursos seguirán disminuyendo.
¿Cuál es la especie que está en peor situación? ¿Y la mejor?
Sin duda la sardina pasa por un momento muy delicado. Aunque la cigala también está en una situación bastante compleja. La merluza, en cambio, es la que se encuentra en una mejor situación y se ha ido recuperando en estos años.
¿Y para el interés de la flota europea?
En general la situación continúa siendo delicada pero está mejorando. En la actualidad existen menos diferencias entre el consejo científico y las medidas de gestión de la Comisión Europea. Hace unos años las diferencias eran muy grandes pero ahora se están reduciendo, por lo que están más cerca.
El ICES recomienda unas capturas determinadas para las especies pero casi nunca coinciden con las decisiones de Bruselas. ¿A qué se debe?
Antiguamente, una vez que se recibía el consejo científico del ICES empezaban las negociaciones dentro de la Comisión. Entonces confluían la propuesta de los diferentes ministros de Pesca y se establecía un debate. Desde que el objetivo es alcanzar el Rendimiento Máximo Sostenible se fija mucho más fácilmente la aplicación del Total Admisible de Capturas (TAC), es más fácil llegar a acuerdos y la discusión es menor. Una de las cosas que estabilizó bastante este tema es que la gestión se apoya ahora en los planes de gestión en los que están inmersas muchas especies porque son a largo plazo y las reglas son más fáciles. Casi todas las pesquerías pasan ahora por un plan de gestión que tiene que ser discutido con la industria.
Los intereses políticos y económicos de cada país también influyen, ¿no?
En el momento en el que se introduce el RMS la habilidad de los políticos para hacer cambios se redujo mucho al ponerse todos de acuerdo en que la Política Pesquera Común (PPC) debe alcanzar ese objetivo, la sostenibilidad. Pero sí, por supuesto que influyen.
Uno de los problemas que achacan los científicos al RMS es su aplicación en las pesquerías mixtas. ¿Cuál es el camino a seguir?
Es uno de los retos para el mundo científico. Somos conocedores de este problema. Lo sabe también la Comisión y la industria. Es el gran reto en el que debemos trabajar, porque puede ser que los RMS de una pesquería que está en muy buenas condiciones repercutan en la explotación de la pesquería de otra especie que esté en malas condiciones.
La flota española denuncia que Portugal no tomó tantas medidas como los pescadores españoles para proteger la sardina. ¿Tienen los científicos la misma percepción?
Es un tema complicado. Este mismo problema también ocurre en Irlanda. La clave para la recuperación del recurso es que los países colaboren y que traten de entenderse. Es lo mismo que el hace el ICES, a través de la cooperación científica para que no existan esas diferencias. La clave está en la cooperación entre las dos partes que explotan un mismo stock.
La PPC recoge la eliminación de los descartes. El sector asegura que va a ser muy difícil eliminarlos por completo. ¿Cree que Bruselas planteó correctamente la medida? ¿Qué camino hay que seguir?
La aplicación de los descartes es muy complicada. Lo primero que se va a hacer este año es aplicarla en las pesquerías pelágicas, porque son más limpias y es más fácil implantar esta norma en ellas. Donde está el gran, gran problema es en las pesquerías mixtas y en las demersales mixtas. Ya se produjeron tres reuniones de los expertos del STCF (Comité Científico y Técnico de la Pesca) para tratar este problema e intentar buscar una solución. Es otro gran reto que tenemos delante.
¿Qué incidencia tiene el cambio climático en el estado de los recursos marinos?
Es muy conocido por los científicos y aceptamos que el cambio climático existe, no es una suposición. Lo que nosotros conocemos es cómo se comportan los peces: dónde ponen sus huevos, dónde crecen las larvas… Pero necesitamos saber cuál es la repercusión ahora de todo ese cambio climático para ver la supervivencia de la primera fase de la vida de los peces. Otro de los problemas del cambio climático es la emisión de CO2 a la atmósfera, que produce en el mar una acidificación, un cambio en el PH que afecta al fitoplancton y las cadenas tróficas se ven alteradas y provoca un efecto en cadena que hace empobrecer de alguna manera toda la producción oceánica.
¿Es posible que el mal estado de algunas pesquerías se deba más al cambio climático y que se atribuya solo a la sobrepesca?
No podemos decir que es solo sobrepesca ni solo cambio climático. Ambas cosas influyen en la situación más pobre de los recursos. Lo que no sabemos muy bien es cuantificar, conocer qué impacto tiene una cosa y qué otra. Puede haber unos reclutamientos muy exitosos que dan lugar a una producción muy buena y al año siguiente estos reclutamientos bajan totalmente y puede deberse solo a la naturaleza.
¿Sería el caso, por ejemplo, de la sardina?
Sí, claro. En algunos casos el mal estado de la sardina es por sobrepesca y en otros se debe, simplemente, a las características propias de la especie.
¿Cuál es el problema entonces de la sardina?
El stock reproductor está por debajo de las mínimas condiciones de seguridad para que se produzca un buen reclutamiento, debido a las características propias de la especie, el cambio climático y la sobrepesca. Un poco de todo.
Algunas especies como la merluza o la caballa se desplazan cada vez más hacia aguas del norte. ¿Por qué?
Pues son claros ejemplos de la influencia del cambio climático. Una de las claves está en el futuro, en donde el medio ambiente debe introducirse bastante en la gestión de los recursos. Tiene que ser todo más holístico dentro de la gestión, cómo está cambiando el ambiente cómo está repercutiendo en la producción oceánica. Un mensaje claro de la comisión es que el nuevo comisario de pesca no solo es de pesca, sino también de medio ambiente y asuntos marítimos.
¿Es la flota española cuidadosa con los recursos? ¿Cuál es la flota más respetuosa y cuál la menos?
Es una pregunta bastante complicada. Creo que todas las flotas operan dentro de la ley. Lo que es necesario es que todos colaboren. La colaboración entre los científicos y la flota debe ser esencial. Los managers, el sector pesquero y los científicos deben trabajar juntos para que todo funcione.
¿Qué es lo que la sociedad debe saber sobre la gestión de la pesca?
Que la sardina (tomándola como ejemplo) usa el océano, pero que también en el medio marino hay otras influencias: El clima, la acidificación, el tráfico marítimo, el turismo, la extracción de gasoil, los molinos de viento? Por eso también es positiva la reestructuración de la Comisaría de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca. La sociedad debe saber y exigir que todo esté involucrado. El gran reto del futuro es comprender conjuntamente todos esos factores dentro de la gestión de los recursos marítimos y marinos. El cambio debe ser de una gestión pesquera a una gestión del uso del océano.