(Estrategia) Los importantes cambios que experimenta la industria salmonicultora nacional se profundizarán con la operación de fusión entre Empresas AquaChile y Marine Harvest. Por de pronto, si es que la ola de fusiones y adquisiciones en el sector ya era relevante, ahora se acelerará al máximo –dicen que todos están mirando a todos- en vista de que para los actores del negocio la consolidación de la industria en el país es urgente a causa de las regulaciones que están limitando fuertemente la producción, y porque el manejo sanitario con el control de áreas más extensas por parte de menos empresas sería mejor.
Los que harán noticia
La canadiense Cupquelan es una que no se quedará atrás en materia de adquisiciones salmonicultoras, pues pese a su fracaso anterior retomaría las negociaciones para quedarse con el control de Invermar, que atraviesa por una crisis financiera profunda que la tiene al borde de la quiebra. Tras las operaciones de la firma de la familia Montanari se encontraría también la noruega Salmar, que hace tiempo busca arremeter en Chile, y los grupos peruanos Brescia y Romero.
Salmones Antártica, del holding japonés Nissui, es otro conglomerado que anda con ganas de efectuar compras prontamente, ya que expandirá 60% su producción al año 2018 hasta las 50.000 toneladas. De hecho, se ha escuchado de una eventual fusión de esta firma con Granja Marine Tornagaleones de Ramón Eblen, que se ha estado reestructurando en el último tiempo. Lo concreto es que los altos ejecutivos de la matriz de la nipona han estado en el país mirando oportunidades, donde no se descarta Invermar.
En el sector afirman que una de las compañías que podría volver a sorprender al mercado es la japonesa Mitsubishi, concretando una compra para fortalecer su posición competitiva frente a la entidad resultante de la fusión AquaChile-Marine Harvest, pues esta última producirá 190.000 toneladas anuales de salmón, mientras que la nipona bordearía las 110.000 toneladas. Y con liquidez financiera cuenta para mover sus fichas en esta dirección.
En tanto, Andrés Lyon, gerente general de Multiexport Foods, adelanta que serán protagonistas en los procesos de fusiones y adquisiciones de la industria, donde han hecho alianzas –que podrían repetirse- con grupos como el japonés Mitsui. «Siempre hemos dicho que nos gustaría ser parte de la consolidación, pero primero estamos consolidando nuestra operación actual», puntualizó Lyon.
Friosur, de la familia Del Río, ha hecho varias compras como la operación salmonicultora de Landes, compitió por los activos de PescaChile, y estaría interesada en dar una nueva noticia en ese sentido.
Lo mismo que Acuimag, de la familia Gálmez, Pacific Star de los Hurtado Vicuña y la alemana Ventisqueros, que aprovecharían las aguas movidas.
Asimismo, en la industria aseguran que en algún momento, empresas de tamaño mediano como Yadrán de Felipe Briones, Australis Seafoods de Isidoro Quiroga y Camanchaca de Jorge Fernández y Francisco Cifuentes, tendrán que hacerse parte de esta consolidación, como pasó con Riverfish que fue vendida por su dueño, Eduardo Elberg, a Blumar de los Sarquis y Yaconi-Santa Cruz.
Preocupante concentración
Ante tal escenario de concentración, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) muestra preocupación. Por lo mismo, inició una investigación para ver si es que existen peligros anticompetitivos con la fusión AquaChile-Marine Harvest, cosa que no realizaba hace rato en la industria salmonicultora, pese a la ola de procesos de fusiones y adquisiciones detonada en los últimos meses.
Los dos puntos inquietantes radican en que esta fusión en particular tendrá 350 concesiones, el 26% del total. Con lo que solamente cinco empresas concentrarán el 53% de las operaciones de cultivos en el país, que sobrepasan las 1.350. Y contará con una producción de 190.000 toneladas, el 24% sobre una base total país de 800.000 toneladas anuales. Por lo que nada más que cuatro compañías dominarán el 52% de la actividad nacional. Situaciones que seguirán avanzando en Chile.
Puchi, el líder de la megafusión
El proceso de fusión AquaChile-Marine Harvest no será sencillo de implementar. Es por esto que en una primera instancia, la firma chilena será la que controlará la mayoría accionaria de la entidad resultante, a raíz de su mayor conocimiento del negocio en el país y en América. Sin embargo, eventualmente desde 2016, la noruega será la que dominará la sociedad, pero pagando una prima de 49%.
«Una fusión es un proceso complejo, que implica mezclar dos culturas y formas de operar con equipos de excelencia, lo que requiere de un liderazgo que ejecute este impulso inicial a modo de entrenador. En ese sentido, AquaChile, a través de Víctor Hugo Puchi como presidente, será la que lleve a cabo esta labor», comentan fuentes conocedoras del proceso.
Puchi estará a cargo de evaluar las duplicidades de cargos, donde no necesariamente se va a recortar personal, sino que como la operación crece se podrían crear áreas y redistribuir ejecutivos clave. Tendrá que decidirse, por ejemplo, si el gerente general de la fusionada será Roberto Riethmüller, de Marine Harvest Chile, o Torben Petersen de AquaChile.
La operación principal es Chile, y se desarrollará el negocio en América por medio de exportaciones, aunque no es descartable el desembarco en otro país con la empresa resultante. Aparte del salmón, dentro del plan de diversificación, se hará crecer la especie tilapia –que tiene plantas de cultivo en Centroamérica- y eventualmente otros productos.