A diferencia de un relleno sanitario o vertedero que entierra la basura sin importar su composición, en REMAP reciben la basura mezclada, la abren, segregan, limpian, trituran o enfardan para recuperar lo máximo posible y posteriormente despacharla a distintos valorizadores a lo largo de Chile, priorizando los locales. Es así, como en más de un año de operación, se ha logrado una tasa de recuperación promedio mayor al 50%.
Son siete hectáreas que cuentan con cintas segregadoras, enfardadoras, molinos, pesa romana, galpones, zonas de descarga señalizadas, software de gestión de residuos y un equipo de 40 personas que trabajan para recuperar el máximo de los residuos y así, evitar el costo económico y ambiental, principalmente por la huella de carbono, de transportar la basura hasta 800 kilómetros ida y vuelta, como ocurre en el caso de la basura de Quellón que se dispone en un relleno sanitario en Los Ángeles.
“Este nuevo servicio permite a las empresas tercerizar el manejo de sus residuos, que se enfoquen en su core business, y nosotros en nuestra planta, con el espacio, los permisos, tecnología y un equipo experimentado en valorización, recuperamos lo que no pudieron segregar internamente”, asevera Eduardo Blanco, gerente general de REMAP.
El servicio de REMAP es un complemento clave para avanzar hacia el objetivo Cero Basura de las empresas de la región. “Los residuos voluminosos y con fácil salida, las empresas siguen administrándolos directamente. Nosotros entramos a facilitar el proceso de valorización cuando los residuos son variados, están mezclados, no hay espacio suficiente para su acopio segregado. Entramos a jugar en la parte más difícil, cuando el costo y complejidad operacional de aumentar la valorización hace mejor que la empresa lo externalice, se lo deje a un experto, así logran seguir acercándose al Cero Basura sin tener que cambiar su operación interna”, afirma Blanco.
REMAP cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental que le permite recibir y procesar neumáticos, escombros, residuos descartables, residuos prevalorizables, orgánicos para compostajes, electrónicos, textiles, mermas de alimentos y las amplias familias de plásticos, metales, cartón, papel y vidrio. En resumen, todos los residuos que no son peligrosos. Y en cada camión que ingresa, entrega un Informe de Recuperación que indica qué residuos fueron valorizados con su respectivo pesaje, qué tratamiento se le hizo a cada uno y el porcentaje de valorización de los residuos que trajo dicho camión. Todo con respaldo fotográfico y trazabilidad legal.
Fotografía: REMAP