La acuicultura chilena tiene como registro 714 titulares de Acuicultura a Pequeña Escala (APE) en más de 800 centros de cultivo, la mayoría ubicados en la región de Los Lagos. Sin embargo, en todas las regiones de Chile existe alguna experiencia de este tipo de prácticas.
Por lo mismo, considerando que es una realidad a nivel nacional, es pertinente preguntarse de qué forma esta actividad podría aportar en la producción eficiente de alimentos provenientes del mar, en un contexto de recuperación pos pandemia.
En ese sentido, la investigadora principal del Programa Integrativo del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar), Dra. Doris Soto, entregó a AQUA su parecer respecto a la APE y su potencial en Chile, asegurando que “tiene un tremendo papel en la producción acuícola futura, pero se tiene que visualizar como un negocio, un emprendimiento, una PYME que no puede depender para siempre de los subsidios del Estado”.
En la misma línea, la científica afirmó que “hay que generar los mercados para que exista el poder comprador y a la vez hay que generar la capacidad de producción estable para alimentar esos mercados que deberían ser locales. Hay que hacer un esfuerzo para que los chilenos prefieran consumir productos del mar pero a la vez los precios tienen que ser accesibles, entonces es como el huevo y la gallina”.
Por último, recomendó “generar una estrategia inteligente posiblemente basada en proyectos piloto a lo largo del país, asegurándose de no descuidar los aspectos sanitarios y ambientales” y llamó a “avanzar con mejores políticas públicas y mejor desempeño privado desde las comunidades hacia las regiones y a nivel nacional”.
Fotografía: Doris Soto