En comunicado emanado por Ferepa Biobío, explican que las extracciones tras la apertura de la temporada de los recursos sardina y anchoveta, realizadas por el sector pesquero artesanal y el industrial, se genera una sobre extracción de recursos que la industria no tiene la capacidad de recibir y procesar en sus plantas, lo que lleva a que las extracciones no puedan ser desembarcadas, permaneciendo en las bodegas de las embarcaciones, sin sistema de refrigeración para evitar su descomposición.
Para Ferepa Biobío, en declaraciones del presidente de la Organización, Pedro Pablo Cofré, la responsabilidad es compartida. Según los registros históricos de las plantas de proceso dispuestas en la región, los industriales tienen la capacidad técnica de procesar mayor cantidad de pesca para la elaboración de aceite y harina de pescado. Pero la pregunta es “¿es porque esa capacidad instalada no está siendo puesta a disposición en su totalidad?”
El gran número de embarcaciones artesanales realizando la actividad extractiva de los recursos sardina común y anchoveta, acompañado de factores como la cercanía de la pesca en zonas costeras que permite a las embarcaciones que descargan estar de regreso en puerto con sus bodegas completas en solo una horas, y la posibilidad de que embarcaciones artesanales que tengan remanentes de cuota del año anterior aún puedan seguir ejecutando la actividad, sumado a que la propia industria pesquera también debe procesar la pesca que desembarcan sus propias naves industriales (más de 1.500 toneladas cada una), generan un atochamiento inevitable si no se toman medidas por parte de la autoridad, labor que corresponde a la Subsecretaria de Pesca, explican desde Ferepa.
“Pensamos en que se debería limitar tal vez las operaciones a un zarpe por día, que permita regularizar los procesos de desembarques y que eso ayude a la industria pesquera a descomprimir sus plantas para poder hacer más eficiente el proceso de producción y que todas esas medidas en conjunto puedan, en lo inmediato, evitar los eventos ambientales provocados por la generación de gases producto del proceso de descomposición que se da en las embarcaciones artesanales con pesca en bodegas de más de 2 días que pueden incluso ser mortales para los propios tripulantes, como ha ocurrido años anteriores ante la inhalación de mortal ácido sulfhídrico que produce este proceso de descomposición”, comentó Pedro Pablo Cofré.
La Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), afirmó que los artesanales están operando en modalidad de «carrera olímpica», lo que «genera una verdadera competencia entre las lanchas para hacer la mayor cantidad de pesca antes que la cuota global (para todos los actores) se acabe».Tras ello, llegan en masa a descargar a los planteles industriales, pero éstos no están dando abasto, lo que provoca que, en la espera, los pescados se descompongan.
No obstante, Pedro Pablo Cofré sostiene que sí existe una calendarización de la captura de los recursos. “La industria debe estar preparada para recibir la materia prima y la verdad es que discrepamos del planteamiento del sector industrial que culpa al sector artesanal que durante todo el año abastece de recursos a sus plantas procesadoras. ¿Falta de coordinación?. Es evidentemente así, pero no esta en manos de Ferepa Biobio ni de los pescadores artesanales, evitarlo”, concluyó.
Fotografía referencial: Sernapesca