(La Tercera) La ex diputada independiente Marta Isasi asegura que, desde que estalló el caso Corpesca en 2011 y fue vinculada como la primera figura política investigada por cohecho, su vida cambió. Debió dejar de vivir en Iquique (Región de Tarapacá) y desarrolló una depresión que hoy la obliga a consumir 16 medicamentos distintos. “Todo ha sido una tortura y una injusticia”, afirma. “Han sido momentos duros, tristes y muy injustos en lo personal, porque mi carrera política fue dañada con mentiras, para sacarme del Congreso con artimañas”, remata.
¿Se arrepiente de haber sostenido una relación tan estrecha con Corpesca en medio de la tramitación de la ley de pesca?
No. Actué durante ocho años como parlamentaria en nombre de mi distrito y siempre actué de buena fe. Me motivó el interactuar con todos los estamentos y actores del distrito, siempre tuve en mi mente a las personas que tenían más carencias. Jamás busqué mi gloria ni enriquecerme. Solo con ver mi patrimonio esto queda reflejado. Después de esta terrible e injusta vivencia no participaría en política jamás. Mi grave error sí fue no retirarme tras la muerte de mi hija.
¿Cómo cataloga su relación con la pesquera?
Nunca fui sobornada ni acepté determinar mis acciones por intereses económicos. Siempre discutí las leyes con todos los actores. Me relacioné tanto con los trabajadores como con las empresas para buscar lo más legítimo para la región. Mi dolor más grande fue el desagradecimiento de los ciudadanos de Tarapacá, que es mi tierra, porque yo soy iquiqueña, incluso me fui de Iquique, porque ellos creyeron mentiras y no valoraron los ocho años que dediqué.
¿Cuando celebró haber votado en contra de las licitaciones de pesca -un objetivo de Corpesca- y cuando en correos con el ex gerente de la pesquera se calificaba como “un gol” la tramitación, era lo mejor para la región?
Toda la forma como voté en la ley de pesca se me pidió por parte de los trabajadores de la industria y de los pescadores artesanales. Los mismos trabajadores me pidieron que votara en contra de la licitación, entonces eso era una alegría de los mismos trabajadores quienes el día de la votación vinieron y me abrazaron.
En uno de esos correos con el ex gerente de Corpesca usted incluso le encarga confites para una actividad en Iquique…
Hay una investigación pendiente y no quiero afectarla. Solo quiero decir que jamás he sido sobornada, ni he aceptado determinar mis acciones por interés económico. Eso es falso de la A a la Z.
¿Teme que al momento de una eventual formalización la Fiscalía pida medidas cautelares como prisión preventiva?
Nunca he negado mi secreto bancario ni patrimonial, siempre he dado autorización para todo lo que me ha pedido la Fiscalía, no tengo nada que ocultar. Creo que sería una medida bastante injusta.
Acaba de ser sobreseída en Valparaíso en una causa por presunto mal uso de asignaciones parlamentarias. ¿Qué le parece?
Es un alivio entre tanta pena. Siempre esperamos que se impusiera la verdad, pero no es fácil. La dedicación de Juan Carlos Manríquez, mi abogado, y su equipo a esta causa y el trabajo de los fiscales para investigarlo todo dieron ese resultado.