MasterClass: Plancton Andino compartió resultados de sus pruebas de sensores bio-ópticos

Ago 19, 2021

La empresa radicada en Puerto Varas, dio cuenta del proyecto Corfo donde se probaron sensores acuáticos bio-ópticos y su capacidad para medir clorofila, ficocianina y turbidez.

Este miércoles 18 de agosto se realizó vía streaming un MasterClass organizado por Plancton Andino -empresa chilena dedicada al análisis de calidad de agua, servicios oceanográficos y actividades de consultoría en el ámbito acuático- denominado “BAS y Propiedades Bio-Ópticas del Agua ¿Cómo prevenir problemas de calidad del agua con alertas tempranas?”.

Las exposiciones estuvieron a cargo del gerente general de Plancton Andino, Alejandro Clement; la oceanógrafa estadounidense y reconocida por su trabajo en oceanografía óptica y su investigación en algas nocivas, Collin Roesler; el ingeniero de proyectos del área I+D de Plancton Andino, Álvaro Jorquera; y la bióloga marina y jefa del laboratorio de Puerto Varas de Plancton Andino, Francisca Muñoz.

Es importante destacar que la invitada internacional, la Dra. Collin Roesler, colabora además con McLane Research Laboratories, investigadores de Woods Hole Oceanographic Institution –entidad que estudia las ciencias marinas e ingeniería-, y trabaja en varios proyectos de la NASA, incluyendo la misión satelital Plancton, Aerosol, Cloud, Ocean Ecosystem (PACE), que medirá el color del océano para avanzar en la investigación de la biogeoquímica y el ciclo del carbono, cuyo lanzamiento está programado para el próximo año.

El estudio de Sensores Acuáticos Bio-ópticos (BAS, por su nombre en inglés) por parte de Plancton Andino, corresponde a un proyecto Corfo cuyo nombre es «Análisis de calidad de agua en línea usando sensores bio-ópticos libres de contaminantes». El nombre hace referencia a que se utilizan equipos electrónicos que captan luz en una determinada longitud de onda y provocan que las moléculas o partículas del agua respondan con una señal que puede enviada en línea.

El objetivo de esta tecnología es poder aportar al proceso de toma de decisiones de las industrias acuícolas o autoridades. Al respecto Alejandro Clement comentó que “lo que ocurre en el mar, en los fiordos, los procesos son bastante dinámicos. Hay cambios en corto tiempo y si no logramos medirlo en frecuencias determinadas, podemos perder esas señales”.

Esta nueva tecnología tiene aplicación en la detección de hidrocarburos y clorofila, pudiendo la primera dar aviso oportuno en caso de derrames de petróleos en ciertos lugares y, la segunda, detectando las concentraciones de pigmentos de las células de FAN en el agua, permitiendo tomar acciones rápidamente antes de que se vean afectados los peces y el ecosistema.

La Dra. Collin Roesler, por su parte, realizó su exposición respecto de los sensores acuáticos bio-ópticos y cómo funciona el sistema en cuanto a la química, y su trabajo con la fluorescencia de los compuestos ante determinadas luces. En este sentido, resaltó que si bien para ellos es relativamente sencillo obtener los datos, es bastante complejo interpretarlos.

Por su parte, Álvaro Jorquera ahondó en los sistemas y hardware utilizados para las mediciones, y las complejidades propias del territorio. Es así que llevó a cabo la explicación de los métodos de recopilación, interpretación y muestra de los datos, los cuales permitirán a los futuros clientes interpretar con facilidad la información obtenida.

Por último, Francisca Muñoz ahondó en los aprendizajes que les ha dejado este proyecto, el cual ha sido testeado en diversas matrices de agua del sur del país, probando la calidad de mediciones del BAS, y las comprobaciones en terreno de las mismas.

Foto principal: Bowdoin

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