Mejillones ayudan a desarrollar fuentes de energía alternativas

Ago 11, 2011

Investigadores del Max Planck Institute of Marine Microbiology y el Center for Marine Environmental Sciences (MARUM), descubrieron mejillones que alojaban células de combustible en forma de bacterias simbióticas, que usan el hidrógeno como fuente de energía. Sus resultados, publicados en la edición actual de «Nature», sugieren que la capacidad de utilizar el hidrógeno como fuente […]

Investigadores del Max Planck Institute of Marine Microbiology y el Center for Marine Environmental Sciences (MARUM), descubrieron mejillones que alojaban células de combustible en forma de bacterias simbióticas, que usan el hidrógeno como fuente de energía. Sus resultados, publicados en la edición actual de «Nature», sugieren que la capacidad de utilizar el hidrógeno como fuente de energía está muy extendida en el tipo de simbiosis que tiene lugar en los respiraderos hidrotermales.

La noticia publicada por Europapress.es detalló que la búsqueda de nuevas fuentes de energía que cubran las crecientes necesidades de la humanidad es actualmente un tema de gran interés. En este contexto, las células de combustible alimentadas con hidrógeno son consideradas una de las alternativas de energía limpia más prometedoras. Sin embargo, mientras que los intensos esfuerzos de investigación en este campo se han centrado en el desarrollo de formas de aprovechar la energía del hidrógeno para producir combustible, la célula de combustible de hidrógeno ha pasado desapercibida. Hasta ahora.

Así, los expertos han puesto su atención en las fumarolas hidrotermales, que se forman en centros de expansión oceánicos donde las placas tectónicas se alejan creando nueva corteza debido al magma que surge desde las profundidades de la Tierra. Cuando el agua de mar interactúa con la roca caliente y el magma, se sobrecalienta, disolviendo minerales de la corteza terrestre. Estos fluidos calientes contienen compuestos inorgánicos como sulfuro de hidrógeno, amonio, metano, hierro e hidrógeno.

Los organismos que viven en los respiraderos hidrotermales, como los mejillones, oxidan estos compuestos inorgánicos para obtener energía necesaria para crear materia orgánica a partir de dióxido de carbono. A diferencia de lo que ocurre en la superficie, donde la luz solar proporciona energía para la fotosíntesis, en las oscuras profundidades del mar los productos químicos inorgánicos proporcionan energía para la vida mediante un proceso llamado quimiosíntesis.

Cuando las fuentes hidrotermales fueron descubiertas hace más de 30 años, los investigadores se sorprendieron al descubrir que están habitadas por comunidades exuberantes de animales como gusanos, moluscos y crustáceos, la mayoría de los cuales eran completamente desconocidos para la ciencia hasta entonces. Los primeros científicos en investigar a estos animales se dieron cuenta rápidamente de que la clave de su supervivencia reside en su asociación simbiótica con los microbios quimiosintéticos, plantas de energía que viven junto a los animales de los respiraderos hidrotérmicos.

Hasta ahora, sólo se conocían dos fuentes de energía capaces de producir quimiosíntesis mediante las bacterias simbióticas de las fumarolas hidrotermales: el sulfuro de hidrógeno y el metano. "Ahora hemos descubierto una tercera fuente de energía", ha señalado la directora de la investigación, Nicole Dubilier.

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