El compromiso de enfrentar en forma conjunta las instancias judiciales ante el III Tribunal Ambiental de Valdivia, donde se encuentra alojado el proyecto GNL Penco-Lirquén, fue la propuesta del alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa, al Directorio de Ferepa Biobío y a los dirigentes de los pescadores artesanales de las caletas locales en el curso de una reunión celebrada esta tarde y destinada a escuchar las posiciones que, frente a este proyecto y todos los que implican un peligro para el ecosistema marino, preocupan fuertemente al sector pesquero artesanal que ven un peligro e invasión a sus fuentes de trabajo, de las áreas de manejo existentes y de lo que viven decenas de hombres y mujeres que ejercen la pesca en el litoral.
La autoridad comunal dio cuenta de que el proyecto fue presentado por primera vez hace 9 años y que desde entonces ha debido salvar distintos cuestionamientos, como el no haber efectuado la consulta a los pueblos originarios que contempla la Ley Marco de Medioambiente vigente en Chile. «Lo corrigió y lo volvió a presentar a pesar del paso del tiempo. Y esta vez el Comité de Ministros que integran las carteras de Medio Ambiente, Agricultura, Salud, Minería, Energía y Economía lo aprueba con una serie de indicaciones que aún no conocemos. No esperábamos esta resolución, pero ya estamos en contacto con un staff de abogados para rechazarla y así evitar que GNL Penco Lirquén se concrete por el peligro que representa para el medio ambiente de nuestro océano y a la población no solo de Penco, sino también de Talcahuano y Tomé”, sostuvo el alcalde.
Especificó que “fue el instante en que la autoridad convocó a Ferepa Biobío y a los sindicatos de pescadores artesanales a sumarse a la Municipalidad en la instancia judicial que, de acuerdo a los tiempos, esperan presentar los primeros meses del próximo año al III Tribunal Ambiental de Valdivia».
El gigantesco proyecto que contempla la construcción de un gasoducto submarino de 2,5 kilómetros que va a estar enlazado con uno terrestre de 13 kilómetros y que se conectaría a través de una estación de regulación y medición con el sistema de transporte y distribución existente para abastecer a los sectores industriales, forestales, pesqueros y residencial de la zona, había sido fuertemente resistido por la comunidad en general.
El jefe del equipo técnico de Ferepa Biobío, Cristian Arancibia, manifestó que “la empresa trató de comprar la conciencia de los pescadores artesanales ofreciéndole apoyos económicos de distintos órdenes, que en la oportunidad fueron denunciados ante las autoridades competentes. Eso no lo aceptamos y, por otra parte, estimamos que es un peligro para el ecosistema el uso de cloro y agua de temperatura distinta a la de la bahía, lo que impediría la proliferación de recursos hidrobiológicos. A su vez, se limitaría el rango geográfico de acción de los pequeños pescadores debido a la operación de buques grandes y la posible generación de una zona de resguardo».
Destacó que existe la oportunidad cierta de detener su ejecución ante el Tribunal Ambiental y confío en que, junto al Municipio de Penco, su alcalde y las organizaciones de pescadores artesanales, pueden revertir el fallo. «Entendemos que el cambio en la matriz energética es fundamental, pero no es justo que ese costo lo pague la comunidad de pescadores», cerró el jefe del Equipo Técnico de Ferepa Biobío.
Se escucharon voces de los pescadores artesanales presentes en sumarse efectivamente a la demanda que evite que colosos industriales gasíferos se lleguen a instalar en la bahía donde se encuentra su fuente de trabajo y de sustento familiar, detalló Ferepa Biobío.
Fotografía: Ferepa Biobío