(Pulso) Julio será un mes crucial para la mayor obra de infraestructura del último tiempo, el Puente Chacao. Y es que durante la primera semana de ese mes termina la etapa de revisión del diseño final del puente colgante sobre el canal homónimo, que unirá a la provincia de Llanquihue (continente) con la provincia de Chiloé (archipiélago), con lo cual se estaría a un paso de dar inicio a la construcción del mega proyecto a cargo del consorcio que conforman la coreana Hyundai y la cuestionada constructora brasileña OAS. Como resultado, trascendió que las obras comenzarían a fines de julio.
Y es que el 7 de julio próximo finaliza el plazo que tiene el Consorcio Puente Chacao (CPC) para entregar al Ministerio de Obras Públicas (MOP) las respuestas a cada una de las observaciones que la cartera formuló al diseño del puente, que corresponden a la etapa final de revisión. Así lo afirma el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, quien además comenta que las observaciones que hizo la Dirección de Vialidad al diseño de la obra tienen relación con el riesgo sísmico.
“Parece del todo razonable que antes de empezar la construcción se resuelvan las observaciones que tienen que ver con el riesgo sísmico. Terminado y resuelto el diseño, el consorcio ya se encuentra contractualmente habilitado por un lado, pero obligado por otro, a iniciar la etapa de construcción”, dice el secretario de Estado.
El comienzo de las obras para construir el puente colgante -de aproximadamente 2.600 metros de longitud sobre el canal de Chacao, en la región de Los Lagos- se ha mantenido en los últimos meses. La inversión asociada al proyecto asciende a unos US$800 millones y se trata de uno de los proyectos más emblemáticos de ingeniería y conectividad de Latinoamérica. Es de público conocimiento la disputa entre los miembros del consorcio, Hyundai y OAS, que llevó incluso a la empresa coreana a convocar un arbitraje en el International Chamber of Commerce (ICC), para terminar su relación con la empresa brasileña. Esto, debido a que la acusó de atentar contra el desarrollo del proyecto, bloqueando los préstamos de emergencia para salvar el puente.
Pero este conflicto no sería un impedimento para que el consorcio inicie las obras. El ministro de Obras Públicas es tajante en señalar que si bien es un elemento de riesgo, terminado el diseño, el consorcio se encuentra obligado a iniciar la etapa de construcción.
“El consorcio desde el punto de vista contractual tiene que resolver sus financiamientos”, dice Undurraga. Y agrega: “Lo que nosotros hemos visto en este conflicto es un elemento de riesgo, no una imposibilidad. Lo que hemos señalado a los tribunales es que este conflicto es entre privados, no le corresponde al Estado, y cualquiera sea la forma como lo resuelvan, tiene que resolverse sin afectar el financiamiento del Puente Chacao”.
En el marco del arbitraje que se lleva a cabo en el ICC, desde marzo pasado, la magistrado internacional Galina Zukova autorizó a Hyundai a seguir inyectando recursos al consorcio. La decisión debe ahora ser ratificada también por la justicia chilena.
En ese contexto es que esta semana el ministro Alberto Undurraga decidió intervenir en la situación, a través de una presentación judicial ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Así, se busca destrabar la situación que vive el conglomerado y apoyar a Hyundai en la solicitud del permiso judicial que permita a la empresa inyectar nuevos recursos al consorcio y así asegurar su continuidad.
En esta instancia, el ministro aseveró que de un tiempo a esta parte la empresa OAS ha dejado de tener participación activa dentro del consorcio, no existiendo en la actualidad contacto alguno entre el ministerio y sus ejecutivos, siendo representado en sus contactos por ejecutivos de Hyundai. Además, reconoció que el proyecto puede verse afectado con el conflicto societario, lo que resulta de particular preocupación para la cartera. Por ello, espera que se resuelva de la mejor manera posible a fin de asegurar el éxito de este.
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