A continuación, reproducimos una carta enviada a Medios AQUA por el gerente comercial de APL Logistics, Matías Quiroga, y que tiene relación con las dificultades para operar que han afectado a la industria logística en tiempos de incertidumbre económica en el país, proponiendo algunas medidas para la mitigación de los impactos:
“Es sabido que la crisis social por la cual atraviesa Chile ha repercutido en la economía. De hecho, estos últimos días hemos visto cómo el dólar ha traspasado sus valores históricos, tanto así, que el Banco Central tuvo que intervenir para poder controlar esta alza.
Una de las consecuencias directas del aumento en el precio del billete verde es la devaluación del peso chileno, lo ha afectado negativamente la tendencia creciente en las importaciones de bienes de consumo y capital en el país. Durante octubre -también según el Banco Central- éstas tuvieron una fuerte caída, del 19,8%, ocasionando que aumente el precio de la mayoría de los productos que se comercializan en Chile.
A esto se suma que el retail, así como las pequeñas y medianas empresas se han visto afectados por esta crisis y, ante ello, hay que pensar en una logística estratégicamente bien implementada, con el fin de contribuir, apoyar y volver eficiente este servicio en tiempos de incertidumbre.
Para reducir las dificultades de los negocios que día a día exportan e importan mercadería, las nuevas tecnologías y el concepto de transporte colaborativo son claves. En lugar de enviar camiones casi vacíos, ahora existen soluciones que apuntan a compartir cargamentos compatibles a destinos comunes para optimizar los traslados, compartiendo espacio y costos de envío.
Lo anterior permite despachar y recibir cargas más pequeñas y frecuentes sin forzar los respectivos sistemas de transporte. También permite el buen manejo de los inventarios y compras desde origen.
Con esto, se logra un manejo eficiente de los recursos y un ahorro financiero que ayudaría en estos momentos de aumento de costos (relacionados al dólar), así como de incertidumbre en la demanda.
Esta etapa de consolidación de las cargas y maximización de las capacidades genera efectos positivos en industrias como el retail y el rubro automotriz, por ejemplo, traduciéndose en una mayor flexibilidad del abastecimiento, reducción de la huella de carbono y disminución de los costos mejorados”.