Opinión sobre industria salmonicultora: Reflexiones acerca del Día del Trabajador

May 6, 2011

A continuación reproducimos una columna de opinión hecha llegar a AQUA por la encargada de comunicaciones del Observatorio Laboral y Ambiental de Chiloé (Olach), Scarlett Barra Rivera. En el texto, la profesional realiza una reflexión sobre el panorama laboral de la industria chilena del salmón, en el marco del Día Internacional del Trabajador que se […]

A continuación reproducimos una columna de opinión hecha llegar a AQUA por la encargada de comunicaciones del Observatorio Laboral y Ambiental de Chiloé (Olach), Scarlett Barra Rivera. En el texto, la profesional realiza una reflexión sobre el panorama laboral de la industria chilena del salmón, en el marco del Día Internacional del Trabajador que se celebró el pasado domingo 1 de mayo:

"El 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, es una fecha mucho más significativa que un día feriado en donde no se trabaja. Este día conmemora la lucha de un grupo de sindicalistas anarquistas estadounidenses que dieron su vida luchando por los derechos laborales durante el siglo antepasado, cuando debido al rápido avance industrial la masa de trabajadores creció notoriamente con un gran desarrollo del proletariado, situación que radicó en una serie de abusos hacia los trabajadores y trabajadoras, con jornadas excesivas de trabajo y sueldos miserables.

Si bien el movimiento sindical en aquel entonces consiguió reducir la jornada laboral de doce y hasta catorce horas diarias, a jornadas de ocho horas por día, a lo largo de la historia en nuestro país hemos seguido siendo testigos de numerosos abusos hacia los trabajadores.

Un caso particularmente relevante es la llegada de la industria salmonicultora en el sur de nuestro país, lo que provocó un cambio socioeconómico radical en la Provincia de Chiloé (Región de Los Lagos). En menos de veinte años, esta industria se ha convertido en la fuente principal de trabajo asalariado de la isla, provocando una fuerte dependencia del territorio a sus actividades. Sabemos que la industria se implementó en aquel tiempo abusando de estos trabajadores poco educados y poco acostumbrados a aquel tipo de trabajo con largas jornadas laborales, prácticas antisindicales y mal trato hacia las mujeres embarazadas.

Al pasar los años muchas de esas prácticas fueron regularizadas, aunque prevalecieron serias denuncias y una alta infraccionalidad laboral en el sector. Se articuló el movimiento sindical que luchó por los derechos de los trabajadores y trabajadoras y poco a poco la situación de los obreros fue cambiando, consiguiendo a lo menos algunos beneficios y cierta interlocución con autoridades y algunos empresarios.

Sin embargo, esta situación se desmoronó el año 2007 con la llegada del virus ISA, crisis que remeció la industria salmonicultora con consecuencias dramáticas para los trabajadores y la economía del país, con más 20 mil trabajadores despedidos en las regiones productoras de salmónidos y una tasa de cesantía que se elevó a los dos dígitos en la Región de Los Lagos.

Si bien la industria del salmón sufrió enormes pérdidas económicas con una merma en la producción de salmón Atlántico de 240 mil toneladas a las 400 mil toneladas de los mejores tiempos, los trabajadores fueron los que pagaron el costo más alto de la crisis, cuando de un día para otro miles de ellos quedaron sin su fuente laboral y sin oportunidades de encontrar un nuevo empleo.

Al año 2011, la situación de los trabajadores se ve aún más desmedrada por el sostenimiento de la cesantía, la precarización de las condiciones laborales y la reiterativa actitud de abuso de algunas empresas. Los despidos masivos, como el de la empresa Multiexport, que finiquitó a más de 400 trabajadores a principio de este año y que los volvió a contratar con sueldos mucho más bajos.

A esta situación se suman los empleos temporales, lo que contribuye a la inestabilidad laboral y la precarización del trabajo, con sueldos bajos y pérdida de beneficios para trabajadores que no logran conseguir antigüedad laboral, ni hacer uso de la negociación colectiva por no poder entrar a un sindicato.

Si bien es cierto, la industria poco a poco está consiguiendo consolidarse nuevamente en términos productivos, esto se basa en una serie de casos en el abaratamiento de sus costos, a costa de los trabajadores que hoy nuevamente están desamparados. Una reflexión importante para este 1 de mayo en donde se conmemora la lucha de los trabajadores por mejores condiciones laborales, paradoja para miles de trabajadores que hoy están siendo vulnerados".

 

Fuente: AQUA

 

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