Entre 150 y 200 lanchas de la flota total de unas 300 embarcaciones de Lebu (Región del Biobío) están por ahora lejos de casa, ya sea en Puerto Montt, Calbuco, Coquimbo, San Antonio ó Valparaíso, desde el pasado terremoto del 27 de febrero.
Son lanchas de sobre 15 m, o sea, que en cada una trabajan diez hombres, los que sólo cada dos o más meses viajan, por bus, a visitar a sus familias. Esto porque el alzamiento del borde costero provocado por el terremoto desbarató la barra del río, según lo publicado en el diario El Sur.
"Está completamente bajo. Los botes apenas pueden circular. Pero las embarcaciones de 12 m hacia arriba no pueden. El puerto artesanal está en pésimas condiciones; tiene un lado inutilizable y la descarga se está haciendo en el molo de contención que con mal tiempo es un peligro para las embarcaciones", comentó Marcos Poblete, de la Federación de Pescadores de Arauco (Feparauco). Reconoció que otros años tampoco salían un tiempo a pescar lejos, porque persiguen la albacora que en esta época se aleja de Lebu.
"Ahora, el tema es que los pescadores no pueden irse y están capturando reineta, raya, congrio y sierra en lanchas y botes pequeños, con graves problemas para desembarcar y no sabemos si cuando la albacora se acerque, las lanchas podrán regresar, porque Obras Portuarias no ha informado si arreglarán los desperfectos", subraya el dirigente.
Consultada la entidad, se derivó la inquietud al director nacional de la DOP, Carlos Brunning, de quien no se pudo obtener información.