Pescanova ingresa el doble en sus factorías acuícolas que por las capturas de los buques

May 29, 2014

Pescanova dejó de consolidar los datos de PescaChile, la filial con la mayor flota de buques (9) del país andino, con derechos exclusivos de pesca y cuotas por 25.000 toneladas.

(Faro de Vigo) La tendencia global que evidencia que la producción acuícola está superando a la pesquera se repite en los estados contables de Pescanova, ya que -al menos durante los tres últimos años- la facturación de la acuicultura duplicó la de la pesca tradicional. Además de publicar las cuentas de 2013 -con pérdidas de EUR$719 millones-, la compañía gallega corrigió las de 2011 y en ellas aprecia que la facturación de la que informó la antigua cúpula dista bastante de la real (y corregida). En todo caso, mantener una estructura potente de producción acuícola -tanto de rodaballo como de langostino vannamei- es fundamental para que Pescanova compita a nivel mundial.

En 2013, pese a todo, la empresa logró facturar más de EUR$1.000 millones, de los que la mayor parte se corresponde al entramado industrial y comercial. Una red potente y envidiada -deseada por los alemanes de Dr. Oetker, por ejemplo- que generó ventas por EUR$850,7 millones. Aquí se notó de forma muy notable tanto el concurso de la matriz como de su brazo de comercialización, la trader Pescafina. Los ingresos cayeron, en este segmento, un 22%. La acuicultura por su parte aportó EUR$465,8 millones. En cambio la pesca tradicional generó cerca de EUR$239 millones, según los datos auditados por BDO. La suma de todos estos conceptos es muy superior a los EUR$1.063 millones que ingresó Pescanova en 2013.

¿Por qué? La compañía y la auditora han tenido que hacer fuertes ajustes de consolidación de los estados contables, como expone en su memoria anual. Estas modificaciones suprimen operaciones realizadas entre empresas pertenecientes al grupo. Este es el ajuste básico que han tenido que hacer, máxime teniendo en cuenta que hasta el 80% de las operaciones comerciales en 2011 y 2012 no se correspondieron, según Deloitte, a traspasos reales de mercancías.

En 2011, según los datos corregidos difundidos este martes 27 de mayo, las ventas de la pesca rozaron los EUR$393 millones, y pasaron después a los EUR$302 millones en 2012. Pero en 2013 no llegó a facturar EUR$240 millones. La respuesta está en gran medida en Chile. Como publicó Faro de Vigo, Pescanova dejó de consolidar los datos de PescaChile, la filial con la mayor flota de buques (9) del país andino, con derechos exclusivos de pesca y cuotas por 25.000 toneladas. Aunque en 2012 pescaron 17.000 toneladas de merluza austral -muy cotizada en Estados Unidos-, bacalao o calamar gigante, que sirve para hacer el famoso surimi de Pescanova.

Las mismas razones explican, en parte, la caída del 24% en las ventas de productos acuícolas, ya que en Chile están los únicos centros de cultivo de salmónidos del grupo, capaces de sacar al mercado 48.000 toneladas al año de salmón coho, Atlántico y trucha. Además, Pescanova Brasil (con plantas de tilapia) está en concurso, y la planta lusa de Mira no ha tenido apenas actividad en 2013.

La acuicultura es un pilar estratégico para Pescanova, aunque no en la medida en que había establecido el plan de viabilidad de PricewaterhouseCoopers (PwC), que contaba con preservar la filial de Chile y la planta portuguesa de Mira. Se espera que la macrofactoría produzca unas 3.500 toneladas de rodaballo si es que se mantiene dentro de Nueva Pescanova, algo muy improbable, según fuentes financieras porque hay reparaciones pendientes en la planta, y no hay dinero para ello. El grupo se compromete en su memoria consolidada a continuar con el negocio del rodaballo en Galicia. Pescanova produce en Xove -con la filial Insuiña- más de 3.000 toneladas al año de rodaballo, del que casi el 40% se queda en España.

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