(Estrategia) En plena cuenta regresiva para evitar la entrada en liquidación, Pescanova está tratando de mantener su red internacional de empresas intacta para ayudar a preservar el valor de la compañía.
La multinacional vendió su participación en la empresa filial australiana, Austral Fisheries, a finales de 2013, y mantiene tensas negociaciones desde hace dos meses con la administración concursal de PescaChile liderada por el síndico de quiebras Herman Chadwick para evitar la enajenación de sus activos acuícolas, donde estarían en carrera la canadiense Cupquelan e inversionistas encabezados por Econsult.
Precisamente por el peso que supone la unidad chilena en Pescanova (el 30% del Ebitda del grupo), la compañía habría conseguido garantías por parte de los acreedores de su filial de que el proceso de venta se mantendrá detenido hasta el próximo lunes 3 de marzo, fecha en que tendrá que formular una propuesta de convenio.
Ese es el trato alcanzado, según consignan medios españoles, aunque una de las filiales salmonicultoras, Acuinova, también en concurso de acreedores, ya ha sido valorada en más de EUR$100 millones para su puesta a la venta, esto es cerca de US$140 millones.
A pesar de estos esfuerzos, un informe de la banca acreedora contempla la posibilidad de desprenderse de la filial de Chile, además de los activos acuícolas de Portugal (Acuinova Portugal) y Guatemala (Nova Guatemala), por considerarlos un lastre económico, debido a su elevado endeudamiento.