Próximamente, comenzará a operar el nuevo sistema de rescate para buzos accidentados de la empresa Mariscope.
La compañía, de origen alemán y con un recorrido de más de 22 años en el país y en la industria acuícola, a partir del año 2003 tuvo la única cámara hiperbárica habilitada con oxígeno y con autorización para tratar a pacientes como pabellón de cirugía menor, en la zona sur del país. Durante los años siguientes, la empresa rescató y trató a un número importante de accidentados, logrando un resultado positivo en 100 % de los casos.
Con la instalación de las cámaras de tratamiento del hospital de Ancud y de la ACHS, Mariscope optó por dejar en mano de estos profesionales el tratamiento de los buzos con mal de presión y otros tratamientos necesarios.
Sin embargo, la evolución de los accidentes de buceo de los últimos tiempos ha demostrado que, si bien los tratamientos hiperbáricos pueden estar cubiertos adecuadamente, existe una falencia en el rescate de los buzos con síntomas de EADI (Enfermedad Aguda por Descompresión Inadecuada).
En este contexto, Mariscope decidió tomar acción, adquiriendo una cámara hiperbárica móvil para dos personas, única en el país. Dicha cámara, del fabricante alemán Dräger, está fabricada en aluminio y pesa menos de 230 Kg, incluyendo los estanques de oxígeno y aire comprimido.
La ventaja de este tipo de cámara hiperbárica es que es una unidad fácilmente transportable en un furgón, una lancha rápida o un helicóptero. Pero, a diferencia de las cámaras monoplaza, el paciente es asistido por un acompañante que puede intervenir en caso necesario.
Según lo informado, Mariscope tendrá esta cámara hiperbárica instalada en un furgón adecuadamente equipado. En caso de tener que trasladar la cámara por vía aérea o marítima, esta puede ser desinstalada en menos de 15 minutos del vehículo. Con esto, se combina la velocidad de traslado inmediato hasta el punto de embarque en lancha o helicóptero y la posibilidad de llegar hasta el destino en vehículo terrestre sin demoras.