La Organización Marítima Internacional (OMI) se ha fijado el objetivo de que el sector marítimo reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero del sector a cero neto para 2050. La gran cantidad de carga que se transporta por los océanos del mundo requiere grandes cantidades de combustible, principalmente combustibles fósiles.
Sintef participa en un nuevo proyecto de innovación financiado por la UE que, a través de un trabajo pionero en soluciones energéticas sostenibles para el transporte marítimo, contribuirá a un transporte marítimo climáticamente neutro. El proyecto comenzó en enero de 2024 e involucra a una serie de empresas e instituciones de investigación europeas.
Propulsión con hidrógeno
El proyecto tiene como objetivo convertir un buque granelero para que navegue con combustibles climáticamente neutros y energía verde. Una parte central del proyecto es la instalación de un nuevo sistema de combustible que incluirá la conversión de amoníaco y metanol verde a hidrógeno. El combustible luego generará electricidad a través de la tecnología de celdas de combustible. Además, parte de la energía necesaria para producir el hidrógeno se producirá mediante energía renovable, especialmente energía solar.
“Sintef juega un papel importante en el desarrollo e implementación de un sistema de propulsión híbrido a gran escala que utiliza biocombustibles y celdas de combustible combinadas con baterías. Al utilizar herramientas digitales que hemos desarrollado en proyectos anteriores, trabajaremos para mejorar el diseño del sistema y analizar su eficiencia utilizando nuestros modelos” dijo el investigador Yash Raka.
El proyecto explorará el uso de e-combustibles, como el amoníaco y el metanol verde, y desarrollará tecnologías innovadoras para reemplazar los sistemas de combustible existentes. Esto incluye reemplazar los motores auxiliares con un nuevo sistema de combustible que funciona con e-combustibles.
En general, el proyecto es muy visionario y puede ser un «cambiador de juego» verde para la industria naviera en el futuro, dice Kjartan Due Nielsen, jefe de innovación de la empresa de ingeniería islandesa Verkís, que dirige el proyecto.
Fotografía: Sintef