(El Llanquihue) Los investigadores del Centro Científico San Ignacio de Huinay esperan que el fiordo de Comao en la provincia de Palena (Región de Los Lagos) logre convertirse en un área protegida. Lo anterior gracias a la alianza entre la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y el Grupo Enersis se pudo explorar el fondo marino y desde el 2001, se han descubierto más de 50 nuevas especies.
Luego de la publicación del libro “Fauna Marina Bentónica de la Patagonia Chilena” en 2010, la directora del Centro Científico San Ignacio de Huinay, Vreni Häussermann explicó que al iniciar los estudios sobre las especies, se dieron cuenta que no pudieron identificarlos, “porque eran especies que nadie había visto nunca antes”.
Por el momento solo se clasificó a los más grandes y vistosos pero, según los investigadores, quedan cerca de 200 nuevas especies que no se conocen.
“Hay grupos taxonómicos como las esponjas y las gorgonias, donde dos tercios de las especies encontradas son nuevas. Y ahí nos damos cuenta que tanto nosotros como el resto del país conoce muy poco sobre el fondo marino de la Patagonia”, agregó Häussermann.
Huinay es un terreno que pertenece a la fundación San Ignacio de Huinay. El territorio comprende cerca de 34.000 ha en la comuna de Hualaihué, entre el fiordo Comau en la provincia de Palena y el límite con Argentina.
Vreni Häussermann dice que la Patagonia está muy contaminada por la acuicultura y la presión económica es muy fuerte. La idea es modelar el ecosistema desde todos los ángulos, saber cómo funciona y cómo poder usarlo sin destruirlo.
“Para que eso suceda la gente debe amar este ecosistema que es de ellos. Y pensamos que uno no puede amar algo que no conoce, por eso estamos trabajando para mostrarlo”, concluyó.