La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló cargos a la empresa Salmones Camanchaca de Tomé, en la Región del Biobío, tras la «alta contaminación» por ruidos molestos a la población. La falta es calificada como una infracción leve que puede ser sancionada con una multa de hasta 1.000 UTA (Unidades Tributarias Anuales).
De acuerdo con lo informado por la SMA, el proceso sancionatorio fue iniciado tras una denuncia realizada por un vecino que reside justo frente a la planta. Esto originó una investigación en la cual se dispuso efectuar medición de ruidos por parte de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud.
«La inspección se llevó a cabo en septiembre del año pasado, ocasión en que se detectó fuentes de ruido provenientes de dos generadores de energía en la planta procesadora de crustáceos en Tomé», detalló la SMA.
Específicamente, los niveles de presión sonora diurno llegaron a 71 decibeles, superando el límite de 60; mientras que en el periodo nocturno, la medición arrojó una presión sonora de 71 decibeles también, aunque en este caso supera en 26 el máximo de 45 decibeles aceptables.
Este hecho, que la Superintendencia estima constitutivo de una infracción leve, «podría ser objeto desde una amonestación a una multa de hasta 1.000 UTA, lo cual en todo caso puede ser confirmado o modificado en el curso de la investigación», puntualizó el ente fiscalizador.