En el marco de la sesión especial de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados realizada hace unos días en Puerto Montt (Región de Los Lagos) y donde se analizó la compleja situación que atraviesa la industria del salmón local debido al bloom de algas, el presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de A.G. (SalmonChile), Felipe Sandoval, señaló que la cifra de desvinculaciones debido a este fenómeno y sumado a la crisis económica arrastrada desde el año pasado por los bajos precios, bordearían los 5 mil empleos.
Sin embargo, estas cifras no considerarían –según lo informado por el senador UDI Iván Moreira– el impacto que tendrá esta crisis en las pymes que prestan servicios a la industria, como transporte marítimo y terrestre, buceo, mantención de infraestructura y muchos otros que, bajo la presión de pagos atrasados, también verán mermados sus ingresos, lo que, de igual forma, se vería reflejado en una disminución de la dotación.
Al respecto, el senador por la Región de Los Lagos llamó a la industria a ser consciente y no intentar ajustar sus costos de producción en desmedro del empleo. “No es la primera vez que la industria sufre una fluctuación en su producción. Ya lo vivimos con el virus ISA y no es posible que finalmente quienes pagan las consecuencias de estas crisis sean los trabajadores y el Gobierno que debe disponer de recursos adicionales para implementar planes especiales de absorción de mano de obra”.
El congresista se mostró alarmado por la información que ha surgido y que dice que algunas empresas del rubro han reducido a la mitad su dotación, o que se refiere al cierre parcial o total de varias plantas de proceso en la provincia de Llanquihue y Chiloé.
Moreira llamó a las empresas, pese que el último episodio se debe a una condición de la naturaleza, a no perder la inversión en el capital humano que la industria ha formado. “Entendemos que desde 2015 la salmonicultura no ha tenido buenos resultados económicos, pero hoy ha habido una variación positiva en los precios, lo cual podría mantenerse hasta dos años más. Además, la demanda de estos productos aumenta y no existe incremento en la oferta, lo que sin duda es un respiro. Pero hay que aprender las lecciones y mientras los salmonicultores no inviertan en investigación, fomenten su autoregulación y no generen un círculo virtuoso con su comunidad, además de velar por el resguardo de las condiciones sanitarias, no podrán construir una industria competitiva y sustentable para la Región de Los Lagos y el país”, dijo.