Spaada pide prorrogar la implementación del posicionador satelital

Ene 6, 2015

"El posicionador satelital es efectivamente una medida restrictiva que apuntará principalmente a minimizar el esfuerzo pesquero en la pesca pelágica de sardina, anchoveta y jurel en nuestra y otras regiones", dice la carta al director enviada por Spaada.

El representante del Sindicato de Pescadores Artesanales de Talcahuano (Spaada), César Jorquera Monsalvez, envió una carta al director a AQUA en relación con el posicionador satelital. A continuación el texto:

“El posicionador satelital es efectivamente una medida restrictiva que apuntará principalmente a minimizar el esfuerzo pesquero en la pesca pelágica de sardina, anchoveta y jurel en nuestra y otras regiones.

Cuando se discutió la ley, ésta tenía como espíritu la conservación de los recursos pesqueros y la protección de la vida de los hombres de mar, para lo cual siempre se argumentó que era de extrema urgencia, minimizar los accidentes a bordo de las embarcaciones y dar resguardo a las embarcaciones pesqueras que desarrollan esta actividad.

En las discusiones de las comisiones de pesca de ambas cámaras del Congreso, se dieron a conocer un sinfín de ideas para resguardar la vida de las personas que ejercen la actividad pesquera, ya que por décadas muchas de las embarcaciones que sufrieron naufragios o  accidentes marítimos arrojaron como resultado el desaparecimiento de los pescadores que se encontraban embarcados.

No obstante esto, en muchas ocasiones se les hizo ver a los diferentes parlamentarios que el posicionador satelital no cumple con este objetivo, ya que basta con solo una falla del sistema de energía de la embarcación para que en forma  secuencial deje de emitir la ubicación de la embarcación, trayendo como consecuencia la posibilidad de determinar en forma arbitraria al operador del sistema (control terrestre) la posibilidad de sacar multas  económicas al armador de la embarcación. Por otro lado, si la nave ha sufrido un siniestro de mayor envergadura, como un naufragio o hundimiento, el posicionador no emite la ubicación con exactitud, pensando que por fenómenos de corrientes marítimas la nave puede desplazarse varias millas, perdiendo notoriamente el objetivo principal de encontrarlos.

Para esto en todo el mundo existen otros mecanismos más económicos y más efectivos que pueden ayudar a encontrar las embarcaciones que pudiesen sufrir esta tragedia. Actualmente a todas las aeronaves comerciales se les exige este instrumento denominado “EPIRB”, que es una radiobaliza que emite una señal en ciertas frecuencias posibilitando que su posición sea determinada por medio de un sistema satelital de radiogoniometría. Está destinado a facilitar las tareas de búsqueda y rescate en casos de emergencias en el mar.

En la última Comisión Pesca de la Cámara de Diputados, el diputado Morano de la Región de Magallanes se mostraba a favor de la pronta imposición del posicionador satelital indicando que era necesario por un tema de seguridad en el mar. Claramente el diputado Morano desconoce la ley, ya que al no ser una embarcación pelágica el posicionador no es obligatorio para “sus pescadores”, como él dice. Es necesario que el diputado sepa de la existencia de los dispositivos estación Radio Baliza, los que son extremadamente más económicos y cumplen esa función específica que es la seguridad en el mar, siendo estos equipos mucho más asertivos. Es más, este dispositivo debería ser instalado obligatoriamente para todas las embarcaciones que se dedican a la pesca artesanal ya que al ser solamente los pelágicos mayores a 12 metros estamos pensando en la seguridad de la minoría de los pescadores artesanales de Chile.

Respecto de la pesca misma, para nadie es un misterio que la historia pelágica artesanal de la sardina, anchoveta y jurel es y ha sido realizada en un gran porcentaje en “caladeros históricos” ubicados en la respectiva macrozona, lugar donde siempre se ha estudiado el comportamiento de la biomasa y a su vez es en esta macrozona donde el IFOP realiza el estudio hidroacústico de estas pesquerías. Es paradójico pensar que el sector industrial  puede desplazarse por toda la macrozona buscando los cardúmenes de pesca, y con justa razón, ya que es donde se realizan los estudios científicos, pero por otra parte los pescadores artesanales y sus embarcaciones se encuentra regionalizados sin poder ni siquiera moverse a las zonas continuas. Creemos que es muy desigual que a ambos sectores se les realice un estudio en una misma macrozona  (V a X Región), pero solo un sector pueda realizar el esfuerzo pesquero en esta. De un tiempo a esta parte no accedemos a estos caladeros debido a la fiscalización realizada por organismos como Sernapesca y la Armada de Chile.

Entonces nace la siguiente interrogante, ¿por qué instalar estos dispositivos si la sola medida de fiscalización en terreno por parte de la Armada y Sernapesca ha servido para no acceder a nuestros caladeros históricos? Esa sola medida ha hecho que las estadísticas de desembarque de nuestra región hayan bajado ostensiblemente sin la necesidad de incurrir en un gasto exorbitante que sumado a las bajas de cuotas hace mucho más complicada la rentabilidad de esta actividad.

Para el sector pelágico artesanal acceder a nuestros caladeros históricos implica ir a regiones contiguas. La Ley de Pesca dice en el papel, que esta es una opción real en la medida que los pescadores de distintas regiones dedicados a una misma pesquería se pongan de acuerdo. El problema es que eso queda solo en el papel ya que no hay Planes de Manejo emanados de parte de la autoridad que haga esa opción viable; y peor aún el Estado chileno no nos da las garantías de seguridad para poder llevar a cabo dichos acuerdos.

Entonces, insisto, aquí se nos quiere aplicar una imposición restrictiva sin resolver un tema de fondo que es la “Apertura de la Macrozona para la Pesca Artesanal”. ¿Cómo sigue siendo posible que en Chile existamos pescadores de primera y segunda clase? ¿Por qué los industriales pueden desarrollar su actividad macrozonalmente y nosotros seguir encasillados en nuestras regiones sin el reconocimiento a nuestra tradición pesquera?

Lo que está claro es que la implementación del posicionador satelital, sumado a la baja de cuotas, pago de certificación, seguros de vida, pago de patentes, entre otras, disminuirá fuertemente el esfuerzo pesquero de la flota artesanal pelágica, afectando dramáticamente la economía individual de cada pescador artesanal. Y digo esto porque esta misma ley permite el traspaso de cuotas de pesca entre los artesanales, por lo que lo más seguro y entendible será que dos o más armadores se asocien y traspasen sus cuotas entre ellos dejando una cesantía sin precedentes en el sector artesanal pelágico. Dado este escenario, ¿quién se hará cargo de esta dramática situación?

Finalmente creo que lo correcto por parte de los parlamentarios es prorrogar la implementación del posicionador satelital por el tiempo que sea necesario, pero no para que los pescadores artesanales tengan la solvencia económica para hacerlo efectivo, sino para que los mismos parlamentarios puedan abrir el debate respecto de la “desregionalización” de la pesca artesanal. Esperamos se dé la oportunidad de un debate con altura de miras, sin pensar en sacar dividendos políticos personales sino pensando verdaderamente en la pesca artesanal en su conjunto.

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