La acción se sustenta fundamentalmente luego de la denuncia presentada por Sernapesca, organismo sectorial que confirmó que la empresa adulteró el suelo marino en uno de sus centros de cultivo.

«La revisión permitirá que más salmonicultores adopten una producción responsable al cumplir con los estrictos requisitos de las normas ASC», enfatizó el CEO de la certificadora.

Entidades del sector concuerdan en que se ha afectado la imagen de toda la industria.

Este miércoles también se confirmó que el Aquaculture Stewardship Council suspendió la licencia a la compañía para la utilización de logos ASC.

Esto, tras lo acontecido con Nova Austral.

«Los inusuales niveles de mortalidad presentados durante el último ciclo de producción se deben principalmente a la pobre calidad de los smolts importados desde las regiones de La Araucanía y Los Lagos, a los altos índices de mortalidad durante el transporte y a retrasos de las siembras debido al florecimiento de algas», es uno de los argumentos de la salmonicultora.

Fontaine fue enfático en sostener que «estamos frente a irregularidades graves».

Se expone a multas por 3.000 UTM y a la suspensión de sus operaciones.

La solicitud busca evitar que otras empresas estén incumpliendo la ley respecto a las cifras permitidas de mortalidad.

Terram advierte que la instalación de 196 balsas-jaula llevaría a sumar aproximadamente 76.000 toneladas de peces en las aguas circundantes al Parque Nacional Kawésqar. Además, manifiesta su preocupación por posibles irregularidades en la admisión de los centros de cultivo.