Analizan presencia de enfermedades infecciosas en salmonicultura

Dic 3, 2013

Las técnicas y protocolos de análisis molecular desarrolladas durante el transcurso de este proyecto han permitido detectar la presencia de patógenos causantes de enfermedades bacterianas como SRS y BKD.

Con la presencia de destacados expositores nacionales y extranjeros se desarrolló, ayer lunes 2 de diciembre en el Hotel Cabañas del Lago de Puerto Varas (Región de Los Lagos), el taller sobre patógenos en salmonicultura en el contexto del proyecto Innova-Corfo “Prospección y desarrollo de herramientas para el diagnóstico de bacterias y virus patógenos asociados a microhábitats emergentes de acuicultura intensiva”, dirigido por el investigador de la Universidad Austral de Chile (UACh) sede Puerto Montt, Dr. Richard Miranda.

Entre las ponencias destacaron las de investigadores y expertos que lideran en cada una de las enfermedades, como Dr. Andrew Bridle, investigador del Australian Maritime College, quien relató sobre amebiosis en ambientes marinos; Dr. Frederick Kibenge, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Prince Edward Island, Canadá, quien se refirió al diagnóstico para enfermedades de animales acuáticos, con especial énfasis en la Anemia Infecciosa del Salmón (ISAv, por sus siglas en inglés); Dr. Ricardo Enríquez, investigador de la UACh del Instituto de Patología Animal, Laboratorio de Biotecnología y Patología Acuática, quien habló sobre la Necrosis Pancreática Infecciosa (IPN, por sus siglas en inglés); Dr. Sergio Marshall, vicerrector de Investigación y Estudios Avanzados de la Universidad Católica de Valparaíso (UCV), quien trató aspectos relevantes en el comportamiento del ISAv en Chile; Dra. Sandra Bravo, investigadora del Instituto de Acuicultura de la UACh sede Puerto Montt, quien se refirió a la Enfermedad Bacteriana del Riñón (BKD, por sus siglas en inglés); el Dr. Patricio Bustos, gerente general de ADL Diagnostic, quien analizó el Síndrome Rickettsial Salmonídea (SRS); entre otros. Expositores del taller

Este proyecto Innova de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), cuyo costó alcanzó los $488.320.000 –montos que fueron traspasados a través del instrumento “Bienes públicos para la innovación”–, se enfocó en establecer la presencia o ausencia de patógenos de importancia para la salmonicultura a través de técnicas moleculares sobre muestras provenientes desde fouling adherido a redes de cultivo y sedimento bajo las balsas jaulas para, de este modo, poder establecer si estos micro hábitats pueden ser reservorios de estos patógenos, elemento (ambiente) escasamente considerado en el desarrollo de estas enfermedades a lo largo del tiempo en la salmonicultura nacional y mundial.

Resultados del proyecto

El desarrollador del proyecto, Dr. Richard Miranda de la UACh, explicó durante su intervención que para afrontar adecuadamente los requerimientos sanitarios de la salmonicultura es necesario conocer los componentes epidemiológicos de las enfermedades, vale decir: hospedador, agente y ambiente. Al respecto, detalló que existen numerosos estudios acerca de los factores más relevantes asociados con los agentes patógenos causantes de las enfermedades infecciosas de mayor relevancia para la salmonicultura (ISAv, IPNv, SRS, BKD, entre otras) y sus efectos sobre el hospedador; sin embargo, existe escasa información sobre el ambiente que forma parte de los sistemas de cultivo, así como de los factores ambientales que influyen sobre el comportamiento de los patógenos que afectan a los peces de cultivo y he ahí, a su juicio, la relevancia de este tipo de iniciativas.

“Las técnicas y protocolos de análisis molecular desarrolladas durante el transcurso de este proyecto han permitido detectar la presencia de patógenos causantes de enfermedades bacterianas como SRS y BKD”, aseveró el Dr. Mirada, añadiendo que los resultados obtenidos muestran la presencia de patógenos virales y bacterianos en biofouling adherido en distintos estratos de profundidad (1-2 m y 10-12 m).

De igual manera, el investigador de la UACh comentó que en las muestras de sedimento colectadas desde sitios de referencia (bajo balsas jaulas de cultivo) y desde sitios de control (alejados al sitio de referencia), solo aquellas enfermedades causadas por agentes bacterianos fueron detectados.

“El análisis preliminar de los datos no muestran diferencias significativas en la presencia de patógenos detectados –en términos de proporción– entre centros, estaciones del año, estratos de profundidad (biofouling) y sitios de referencia y control (sedimento); no obstante, reflejan que en sedimento y biofouling SRS es la enfermedad que se detectó con mayor frecuencia, seguido por BKD”, explicó el Dr. Miranda.

De acuerdo con lo anterior, concluyó el desarrollador del proyecto, se puede inferir que los patógenos estudiados están en microambientes generados en los centros de cultivo de salmónidos monitoreados, “pudieron ser encontrados en lugares alejados entre 400 metros y 1.500 metros en contra corriente predominante desde los trenes de balsas, así como también en un estrato vertical de distribución desde 1 metro a 20 metros, ya sea en periodos productivos como de descanso”.

Por su parte, el co-desarrollador del proyecto, Dr. Carlos Aranda del Centro i-mar de la Universidad de Los Lagos (ULA), ahondó que el fouling adherido a estructuras sumergidas en los sistemas de cultivos, tales como redes peceras, loberas, cabos, boyas, entre otros, presentan una importante diversidad de algas, larvas y microorganismos que podrían participar como reservorio de patógenos. “Del mismo modo, estudios han demostrado la presencia de diversos grupos de micro y macro bacterias que aparecen cuando existe un cierto grado de perturbación en el sedimento marino impulsada por los desechos propios de la actividad de cultivo, temática también revisada en este proyecto”, manifestó el Dr. Aranda.

En base a estos resultados, puntualizó que el cultivo intensivo de salmónidos ha favorecido el surgimiento de microhábitats como el fouling de las redes y el microbentos bajo las jaulas de cultivo, producto del enriquecimiento orgánico en el ambiente marino.

IPNv

Entre los especialistas invitados a exponer, el Dr. Ricardo Enríquez del Instituto de Patología Animal de la UACh analizó el comportamiento del IPNv, virus que ha sido descrito en casi todas las especies de salmonídeos y en la mayoría de los países salmonicultores, con excepción de Australia y Nueva Zelanda.

“El IPNv destaca por una alta variabilidad antigénica y genotípica, siendo muy resistente en el ecosistema (no presenta envoltura lipídica). Posee un genoma muy estable, ds RNS, y tolera 60°C por cinco horas, altas dosis de UV, pH 2,5, entre otros”, explicó el Dr. Enríquez, quien fuera secretario general de la Organización Internacional de Epizootia (OIE) por cerca de media década. Precisamente, para la entidad de referencia este virus no cumple con el criterio 2 (peces silvestres) y 7 (distribución geográfica) de inscripción de las enfermedades.

Al revisar informes de Aquabench, entre enero y septiembre de 2012, en el total de especies que se cultivan en Chile, la principal causa de enfermedades infecciosas fue el SRS y luego el IPNv, siendo este último más relevante en el salmón Atlántico.

Sobre la transmisión del virus, el Dr. Enríquez precisó que en el caso horizontal es fundamentalmente a través de las fecas y orina, lo cual al ser demostrado en trucha arcoíris es aceptado en Altántico y coho. En relación con la transmisión vertical, esta es demostrada en RT.

“La desinfección superficial de ovas no es completamente efectiva para evitar la transmisión vertical”, afirmó el Dr. Enríquez, añadiendo que la anatomía de la ova fertilizada presenta la posibilidad de albergar agentes ictiopatógenos.

Ejemplificó que en el salmón Atlántico solo el 10% de carriers tienen IPNv en fluido ovárico, evidenciando el Ct bajos niveles del virus; mientras que en la trucha es más en fluido ovárico, Ct con niveles bajos y medios de IPNv.

En relación con las medidas de control, comentó que los peces infectados se convierten en carriers LL, los virus se mantiene en células del sistema inmune y los carries diseminan el virus. Por esto, es necesario un control sanitario a nivel nacional e internacional; medidas higiénicas en instalaciones de agua dulce; vacunas eficientes, seguras y fáciles de administrar; antivíricos; y mejora genética (hererabilidad: 0,3). Citó un caso: Noruega ha podido bajar la incidencia gracias al manejo de reproductores.

Entre las conclusiones, el Dr. Enríquez subrayó que la virosis del IPNv está relacionada con la producción de ovas, principalmente de Estados Unidos y Europa; diseminación de la virosis por todo el país (dos o más serotipos); los impactos de la enfermedad pueden estar enmascarados por estas condiciones; la enfermedad depende de las medidas de control; y mantener un monitoreo constante de la virología.

Salmón

ISAv

En línea con la presentación del Dr. Kibenge, que expuso sobre cepas patogénicas, no patogénicas y mutaciones del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón, el Dr. Sergio Marshall de la Universidad Católica de Valparaíso explicó los aspectos relevantes sobre el comportamiento de este virus pero en el plano local.

Comenzó su intervención diciendo que es parecido a la influenza y, al presentar una variabilidad enorme, ha hecho complicado su estudio y las capacidades de respuesta de la industria, las cuales a pesar de haber evolucionado tras la crisis gatillada en 2007, “el llamado es a no decaer en materia investigativa”.

Sobre la apreciación teórica del ISAv, puntualizó que como los salmónidos que se cultivan en Chile son introducidos las “sorpresas” no han dejado de estar presentes. Agregó que “es improbable la preexistencia de reservorios naturales para el virus; que como buen Ortomixo Isaviridae debe estar en evolución; hay una generación de recombinantes, variantes, cuasiespecies; la infección productiva no se de en agua dulce; que el virus completo (HPR0) sea considerado ‘avirulento’; que el potencial patogénico se asocie a dos de los ocho segmentos; que la zona de la región HPR se considere la principal causa de virulencia; que la sinergia con la calidad de otras proteínas hace la diferencia; y que el PCR (reacción en cadena de la polimerasa) como técnica fundamental ha limitado los avances”, enumeró el Dr. Marshall.

En base a lo anterior, sostuvo que para una mejor apreciación teórica se requiere estudiar en forma más integrada su potencial genómico; qué segmentos y en qué esquema sinérgico se define la patogenia; demostrar que se expresan y se procesan todos los segmentos; puede existir co-infección de variantes en un mismo pez; transición de avirulencia a virulencia puede ser un proceso gradual a partir desde un virus madre; la persistencia puede ser una estrategia de superviviencia del virus; y se requiere desarrollar tecnologías alternativas de evaluación.

Sobre este último punto, dijo que están trabajando en estrategias de comprobación y nuevas tecnologías. Estas son el HRM (High Resolution Melting) y DGGE (Denatural Gradient Gel Electrophoresis), más algunos casos de campo. “Se complementan estos tipos de análisis y se llega a conclusiones que, por ejemplo, pueden estar determinadas por la secuenciación del virus y así conocer qué variantes están afectando a los peces. En definitiva, hacer análisis de proyección y determinar cuál es el nivel de agresividad del virus”, enfatizó el Dr. Marshall, quien concluyó diciendo que las últimas observaciones in vitro han evidenciado que el HPR3 es la variante más agresiva. “En doce horas tenemos las células infectadas”, finalizó el vicerrector de Investigación y Estudios Avanzados de la UCV.

Fuente: AQUA

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