Los trabajadores de flota de la industria pesquera de la Región del Biobío entregaron su planteamiento frente al debate actual sobre la Ley de Pesca.
Hugo Roa, presidente del Sindicato de Tripulantes; Juan Carlos González, presidente Sindicato de Oficiales Capitanes de Pesca; y Eric Riffo, presidente del Sindicato de Motoristas, plantearon que en relación con la actual normativa del sector, como tal: «Es fruto de experiencias internacionales y tenemos que asumir que entregar porcentajes por historia es el método que utiliza incluso la Organización Regional de Pesca (ORP) para entregar porcentajes por país. No hay otro método», afirmaron.
En lo interno, subrayaron que, además, administrar por medio de los Límites Máximos de Captura por Armador (LMCA) «es el mejor y más justo sistema, que premia el esfuerzo y la historia de los actores y que es la misma forma que se aplica en el sector artesanal a través del RAE (Régimen Artesanal de Extracción)».
Llamaron a valorar la ley, «aunque como todo es perfectible», pero sí se anulara, dijeron, sería en primer término algo «muy extraño» y que nunca ha ocurrido en Chile porque no ha entrado en vigencia en su totalidad. «Sin ley se produciría un caos y el nuestro sería el país más depredador del mundo porque se volvería a tierra de nadie, en que el más fuerte se come al más débil, sin reserva de cinco millas, sin fraccionamiento», argumentaron.
Rediscutirla, añadieron, tampoco es tema sencillo. «Antes que todo habría que tener claridad que sí existe algún problema con algunos legisladores se debe resolver por la vía legal, pero como trabajadores les recordamos a los congresistas que la mayoría participó en el trámite de la ley y los que la votaron lo hicieron con antecedentes en mano y considerando que es una ley que reúne conceptos básicos de sustentabilidad, conservación y plan de manejo de los recursos, lo que es muy necesario hoy», dijeron.
Respecto de los derechos de pesca, sostuvieron que «lo hacen sin considerar la responsabilidad social inherente a ellos. Hablan por ejemplo del valor del pescador artesanal, pero no dicen que él no tiene contrato de trabajo ni convenio colectivo, ni previsión ni salud, es un indigente ante la sociedad. No hay responsabilidad social hacia él de parte de quienes manejan las pesquerías que opera. Esto es cómodo para un empresario; la responsabilidad social es uno de los costos más altos que debe asumir un empresario y la industria la tiene, nos dicen que la industria nos paga, claro que sí, trabajamos en ella y por los empleos decentes de miles de compañeros y eso es lo que estamos defendiendo».
Por último, subrayaron, que si hay que mejorar la ley, los trabajadores embarcados plantean que sea en el artículo 173 porque les interesa «la plataforma social que fue cercenada» respecto de la que ellos pidieron, especialmente en el plan de egresos.