Desde hace varios años que la productora de salmónidos Los Fiordos viene congregando regularmente a gran parte de su personal con el objetivo de compartir y analizar conjuntamente los desafíos que tiene la industria en la cual están insertos. Ayer miércoles 17 de diciembre, unos 150 trabajadores de diferentes puntos del país se dieron cita en el Hotel Patagónico de Puerto Varas (Región de Los Lagos) en el marco del Seminario de Producción de Engorda para escuchar interesantes ponencias.
Luego de las palabras de bienvenidas del gerente general de la compañía, Sady Delgado, el médico veterinario Óscar Garate se refirió a los principales índices productivos de la salmonicultura local, comenzando por la disminución que ha presentado las importaciones de ovas posterior a la crisis del virus ISA y la evolución que han presentado las siembras de smolt, las que para este año se calculan en 269 millones (61 millones coho, 156 millones salar y 52 millones truchas).
El también director de Sealand Aquaculture destacó los mejores índices productivos que ha alcanzado la principal especie cultivada en el país, el salmón Atlántico, la que hoy alcanza los 3,9 kg cosecha/smolt, muy por sobre los 2 kg cosecha/smolt que tiene la trucha. No obstante, llamó la atención en la fuerte incidencia que siguen teniendo los patógenos en la producción de peces y donde el SRS sigue siendo la principal causa de las pérdidas.
Medidas de control
Por su parte, la jefa de la Unidad de Salud Animal de Sernapesca, Marcela Lara, resaltó los avances estructurales y normativos que ha tenido la institucionalidad para que la acuicultura, y la salmonicultura en particular, logren mejores resultados. Dentro de ellos destacó los programas de vigilancia para el control de ISA, cáligus y, próximamente, SRS. A su vez, Lara resaltó los avances en la difusión de la información sanitaria y que, en unas semanas más, permitirán conocer –incluso– el número de parásitos de un centro de cultivo vecino.
“Algunos de los desafíos futuros son el desarrollo e implementación de un programa de reducción del uso de antimicrobianos y una nueva estrategia para el control de la caligidosis que incluye, entre otros aspectos, el uso de alternativas terapéuticas no farmacológicas”, comentó Lara, agregando que se está trabajando en una certificación zoosanitaria, una nueva gestión sanitaria de las emergencia y en una mayor transparencia de la información.
El gerente de Intesal, Matías Medina, basó su presentación en cuatro afirmaciones relacionadas con que la industria ha cumplido y seguirá cumpliendo un rol importante en el país; la actividad ha enfrentado diferentes desafíos que atentan contra su sustentabilidad; la salmonicultura ha trabajado para resolver estos desafíos; y el Intesal ha sido y será parte de estas soluciones.
En su charla, que dio cuenta de los costos totales que han significado los patógenos (cáligus y SRS significan unos US$900 millones anuales) y donde además detalló los principales desafíos ambientales y estructurales, Medina se preguntó si la salmonicultura puede ser sustentable. “Mi respuesta es sí”, aseveró recalcando que los cambios normativos, las medidas voluntarias (como las certificación ASC e inversión en I+D), las investigaciones científicas y las tecnologías apuntan precisamente en este sentido.
El médico veterinario de CIBA, Marcos Godoy, y quien fue otro de los expositores, manifestó que “existe evidencia de que las enfermedades pueden limitar la producción” y de hecho así ha sido desde que la actividad comenzó a sufrir con sus primeros “hitos sanitarios” como en 1985 con BKD o en 1990 con caligidosis.
Dentro de su exposición, el experto chileno resaltó que no se puede disociar el control de cáligus con el de SRS y que “los blooms de algas también representan un desafío ya que son esporádicos pero impactan la producción importantemente”.
Comunidad
Sady Delgado se subió al escenario para introducir lo que sería el segundo bloque de presentaciones del seminario aseverando que “producir salmones tiene un impacto más allá de los centros de cultivo. Estamos insertos en comunidades que son igual de importantes que los peces”, dijo el gerente general, agregando que “la industria se está haciendo cargo de este tema poco a poco pero en Los Fiordos queremos dar un gran paso en este sentido”.
A continuación el director de Odebret Advisors, Carlos Odebret, trató de develar las razones que han llevado a la industria a tener una frágil relación con sus trabajadores y comunidades. El ejecutivo aseveró que uno de los principales efectos de la crisis del salmón “es que hizo que se perdiera la confianza en la industria, un elemento muy difícil de recuperar”. Y si bien destacó los esfuerzos que ha realizado el sector por recomponer su producción y capital social, Odebret dijo que “el país está en otra. Hay un gran cuestionamiento a las instituciones y existe la sensación de abuso”, puntualizó. Quien también fuera gerente general de SalmonChile expuso que “la industria sigue cuestionada” a pesar del proceso de refundación en la cual está embarcada y donde la principal solución se encontrará por medio “de la conversación con otros actores y en la creación de espacios de relación”.
Posteriormente, Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, comentó sobre el rol de su organización en el camino a una industria sustentable y Jean Paul Lhorente, de Aquainnovo, se refirió a las aplicaciones, beneficios y participación del país en el tema de genoma del samón.
Después de almuerzo Los Fiordos dedicó la tarde a analizar y exponer de manera interna los resultados de los diferentes programas y centros de cultivo de la empresa durante 2014.