Este miércoles 18 de mayo, diversos medios de prensa publicaron acusaciones que hacían representantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de la Provincia de Llanquihue respecto a una posible manipulación de un grupo de trabajadores de la industria del salmón por parte de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile), que agrupa a los empresarios del sector.
Esto debido a que el gremio habría colaborado, logísticamente, con algunos dirigentes sindicales para que estos viajen a Santiago (Región Metropolitana) a plantear a las autoridades el temor que viven día a día por perder sus fuentes de trabajo y para pedir que el Gobierno responda prontamente a las demandas de la pesca artesanal –con quienes han solidarizado desde el principio– y así la región retome la normalidad.
Frente a esta situación, representantes de los sindicatos de AquaChile, Aguas Claras, Yadrán, Salmones Austral y el Interempresa Mar del Sur, además de la Confetrasur, realizaron una conferencia de prensa para explicar la situación, donde reconocieron que estaban planeando un viaje a Santiago, que tenía por motivo reunirse con algunos congresistas y dejar una carta en La Moneda para la Presidenta Michelle Bachelet. Comentaron también que, efectivamente, pidieron ayuda a SalmonChile, pero que todo se hizo con el consentimiento de las bases y buscando un fin mayor, que es evitar que los despidos en la salmonicultura se sigan incrementando.
“El motivo de esta misiva (dirigida a la Presidenta) era para expresar de manera personal al Gobierno nuestra preocupación por las eventuales pérdidas de muchos puestos de trabajo dependientes de la industria salmonicultora. Hoy existe una grave inquietud sobre el futuro de nuestro trabajo y nuestras familias, ya que, de no terminar pronto este movimiento (de los pescadores) será insostenible seguir con nuestra fuente laboral”, manifestaron los trabajadores en una declaración pública.
Añadieron que lo anterior “nos llevó a tomar la decisión de viajar a Santiago”, en su calidad de trabajadores independientes del sector salmonicultor, “con derecho a voz y voto en un país libre y democrático”. Explicaron también que el último tiempo, “nos hemos reunido con la industria a la cual pertenecemos, porque hemos tratado de buscar y generar un compromiso de parte de ellos para mantener nuestras fuentes de trabajo, cosa que la CUT no ha hecho por muchos de los trabajadores a quienes representamos”.
Los sindicatos antes mencionados y toda esta nueva agrupación de trabajadores del salmón que se ha formado, estaría representando a unos 12.000 trabajadores que hoy temen perder su fuente laboral. “Por lo tanto, nuestro dialogo para y con la empresa debe ser fluido y claro a la hora de buscar compromisos que favorezcan a los trabajadores y no a nosotros como dirigentes”, dijeron.
Dejaron claro también que “somos un gremio independiente a la CUT, con autonomía propia, la que nos permite y nos faculta para tomar decisiones amparadas en nuestras bases”.
“El llamado hoy es a que nos dejen volver a trabajar amparados bajo el derecho a la protección de nuestros empleos que hemos elegidos libremente y que los podamos ejercer como está establecido en la constitución política”, reiteraron.
Los trabajadores también fraternizaron con todos los sectores de la pesca y acuicultura que se están viendo afectados por la marea roja y que han levantado movilizaciones. “Las necesidades de muchos hoy se han transformado en las necesidades de todos”, expresaron. Pidieron también al Gobierno que de garantías para resolver este problema social que afecta a los pescadores y que, a causa de las manifestaciones, también está generando un importante daño económico a todos los trabajadores de otras industrias.
Respecto del viaje a Santiago, cabe destacar que se aplazó, con la esperanza de que este miércoles hubiese existido mayor acuerdo entre el Gobierno y los pescadores. De todas maneras, esperan retomar el viaje en unos días más.
Dura situación en Quellón
El presidente de la Confetrasur, Alejandro Santibañez, informó que en Quellón (Chiloé), existen cientos de toneladas de salmón que permanecen en cautiverio y que se estarían muriendo. “La muerte de esos salmones ya no es un tema económico, sino medioambiental y sanitario. Si esto continúa, ahí sí que vamos a tener un problema sanitario en las costas del sur de la isla. Eso nos preocupa mucho”, dijo.
Otros representantes de Quellón también manifestaron su inquietud por lo que sucede en su comuna, donde hay unas cinco plantas salmonicultoras paralizadas y que no han podido operar desde el inicio de las movilizaciones. “Muchos no podemos ni siquiera llegar a nuestros puestos de laborales y todos los días hay temor de que nos despidan”, dijeron.
De igual forma, dieron cuenta de la desesperación que invade a los trabajadores del salmón que ven que, si son despedidos, no tendrán muchas posibilidades de encontrar trabajo en otras áreas ligadas al mar. “Si nos echan, ¿qué vamos a hacer? ¿Nos vamos a ir a la pesca?”, manifestaron.
Es por eso que este movimiento de trabajadores tomó la decisión de acercarse a la industria con el fin de aunar esfuerzos que permitan ejercer presión para que las autoridades respondan a las peticiones de los pescadores artesanales, la industria pueda volver a operar y no se pierdan más puestos de trabajo.