La reciente aprobación del fraccionamiento de la merluza en el Congreso Nacional ha generado una fuerte reacción por parte de la Federación de Trabajadores de Plantas Pesqueras de Consumo Humano de la Región del Biobío. El nuevo fraccionamiento establece que un 70% de la cuota será destinada a la pesca artesanal, dejando un 30% para la pesca industrial. Esta decisión, que fue votada en favor por la diputada del Distrito 20, Candelaria Acevedo, ha sido calificada como un grave riesgo para los empleos en la región.
La Federación expresó su descontento en un comunicado, lamentando la postura de la diputada Acevedo, a quien acusaron de votar en contra de los intereses de su propia región. “Consideramos que debió abstenerse de votar una medida que perjudica al lugar por el cual debe luchar”, indicaron. Para los trabajadores, la medida pone en peligro los empleos de cientos de mujeres que trabajan en la planta PacificBlu, la única planta de proceso en la región, en la que laboran aproximadamente 800 mujeres, todas ellas jefas de hogar.
Asimismo, la Federación cuestionó el aumento en el fraccionamiento del jurel, que subió de un 15% a un 25%, y recordaron el impacto devastador que tuvo la Ley de la Jibia de 2019, la cual provocó el cierre de cuatro plantas en el Biobío. A esto se suma el reciente cierre de la planta siderúrgica Huachipato, que ha incrementado los niveles de desempleo en la región.
Las declaraciones del presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, Jorge Brito, también fueron objeto de críticas. Brito celebró la aprobación del fraccionamiento señalando que era la primera vez que las cuotas de pesca se definían de manera transparente, alejadas de decisiones “entre cuatro paredes”. “Queremos que las caletas vuelvan a brotar y florecer, y esta Ley de Fraccionamiento, corazón de la Nueva Ley de Pesca, es un paso enorme para la pesca artesanal”, afirmó el diputado.
En respuesta, los trabajadores pesqueros solicitaron a los parlamentarios revisar la medida en el pleno, con el objetivo de reparar lo que consideran un “grave error” que afecta la identidad y el patrimonio económico de la región. Según la Federación, estas decisiones continúan debilitando al Biobío, una zona ya golpeada por la pérdida de empleos formales en la industria pesquera.
La Federación concluyó su comunicado subrayando la urgencia de encontrar un equilibrio que permita proteger tanto a la pesca artesanal como a la industria, sin poner en riesgo los puestos de trabajo de miles de personas que dependen del sector pesquero industrial.
Fotografía referencial: Camanchaca