Ya han pasado más de ocho meses desde que se desató la crisis de la marea roja que causó grandes problemas a la pesca artesanal de la Región de Los Lagos. A pesar del paso del tiempo, aún quedan sectores, principalmente del borde costero que da al Océano Pacífico, cerrados a la extracción al encontrarse aún ciertos niveles de toxina.
“Hay compañeros –de Maullín, de Estaquilla, de San Pedro– que no han podido extraer ni un solo producto, que han pasado el año invictos, lo que ha generado profundos daños a la pesca artesanal”, expresó la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), Zoila Bustamante, quien destaca que por estos días la preocupación está creciendo, ya que, cuando aún quedan vestigios del fenómeno ocurrido el año pasado, se están acercando los meses más propicios para el posible desarrollo de nuevas Floraciones Algales Nocivas (FANs).
“Hemos estado preguntando a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) cuándo tendremos alguna reunión y cuándo nos van a presentar el Plan de Marea Roja del cual se ha venido hablando el último tiempo. Sabemos que el Gobierno regional y central han estado trabajando en un documento, pero no sabemos si lo van a entregar ya listo o si lo van a presentar con anticipación para que los pescadores podamos hacer nuestros aportes. Nosotros podemos ayudar con nuestra experiencia, pues somos quienes salimos al mar y vemos, día a día, lo que está pasando”, indicó la dirigenta.
Zoila Bustamante también espera que las reuniones de la mesa que analiza el recurso loco se efectúen con mayor frecuencia, ya que este rubro ha estado bastante complicado con los efectos que ha tenido el fenómeno de marea roja. “Somos un sector no menos rentable que el resto y que genera mucho empleo, al igual que los macheros y algueros”, sostuvo. Añadió que en la pesca artesanal se ve bastante “desolación”, ya que los productos que logran extraer y comercializar constantemente son sometidos a bajas de precios por parte de las empresas que los adquieren para su posterior comercialización y/o exportación. “Esta situación nos tiene bastante angustiados”, afirmó, aclarando que los verdaderos pescadores “no viven de bonos”, sino que de su trabajo realizado con esfuerzo y que necesitan sea bien pagado.
Es por eso que también esperan que las medidas tomadas por la autoridad sanitaria sean flexibilizadas, con el fin de que los pescadores puedan retomar, de cierta forma, sus actividades. “Para el loco nos piden menos de 80 microgamos de toxina, cuando la cifra tendría que estar en torno a los 150, ya que de 400 hacia arriba la gente podría enfermarse. Las autoridades están tomando las precauciones para proteger a los consumidores extranjeros, pero no se preocupan de nosotros, que somos los que, con estas medidas, nos quedamos sin trabajar”, manifestó Bustamante.
Respecto de los meses que vienen, la presidenta de la Conapach dice que hay bastante “incertidumbre y falta de información”. Las caletas están esperando los resultados de los muestreos que se iban a realizar por estos días, no obstante, esperan que el Gobierno les explique bien cómo viene la situación futura y los ayude a enfrentar de mejor manera los posibles escenarios.
“El Gobierno debería transmitir lo que está pasando. Recién ahora van a mostrar un plan, pero necesitamos contar ahora con información que nos permita estar mejor preparados para lo que viene”, expresa. Añade que “si las autoridades tienen voluntad para reunirse con nosotros, compartir información y estudios, podríamos prepararnos y vender antes o bien dejar pasar un tiempo, pero serían acciones con mayor fundamento. En este momento, estamos en una total nebulosa”, expuso la representante de los pescadores.