Las tortugas marinas representan un primitivo y singular componente de la diversidad biológica mundial. Sus primeros ancestros aparecieron hace más de 100 millones de años. Como consecuencia de las actividades antropogénicas, todas las especies de tortugas marinas están catalogadas en peligro por los organismos internacionales, así como la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
De acuerdo con la información entregada por la Universidad Católica del Norte (UCN), la preocupación por este reptil, ha generado medidas en nuestro país, como por ejemplo el Decreto Nº 225 de 1995 de la Subsecretaria de Pesca (Subpesca), que estableció una veda extractiva por un plazo de 30 años para todas las especies de tortugas marinas presentes en nuestras costas.
A partir de julio del año en curso, el gobierno concretó un nuevo avance en esta materia, creando, a través de la Dirección de Medio Ambiente, Antártica y Asuntos Marítimos, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, un grupo de trabajo para la conservación de tortugas marinas, así como también pesquerías y tiburones.
Dicho grupo, al cual ha sido invitado a participar el profesor Enzo Acuña Soto, de la Facultad de Ciencias del Mar de la (UCN), deberá diseñar y coordinar una posición nacional frente a estas especies en los foros internacionales, dado que en el último tiempo, éstas han sido incorporadas con mayor énfasis en la agenda pesquera –medio ambiental.
El nuevo organismo está integrado además por representantes de la (Subpesca), el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), la Dirección General del Territorio Marítimo y de la Marina Mercante (Directemar), el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrel), el Instituto de Fomento Pesquero, el Fondo de Investigación Pesquera y la Universidad Austral de Chile.