Según informa La Nación de Argentina, un equipo de investigadoras de la Universidad de Buenos Aires descubrió que las algas verdeazules, también llamadas cianobacterias, son capaces de acumular metales pesados en sus células, lo que hace pensar que podrían emplearse para descontaminar efluentes industriales.
Estas algas no sólo soportaban estoicamente la presencia de plomo, cadmio y cobre, sino que también los acumulaban en su biomasa. Observaron lo mismo con otros metales, como el cadmio y el cobre y actualmente están iniciando un trabajo para estudiar qué sucede con el cromo.
Las algas verdeazules se encuentran en hábitat terrestres y acuáticos, y en lugares de condiciones tan extremas como las fuentes termales, a temperaturas superiores a los 70 grados centígrados, o en las grietas de rocas situadas en el desierto. Además, son muy antiguas y se han encontrado fósiles de estas algas en rocas que tienen una edad de entre 2.500 y 2.800 millones de años.