Avances en desalinización: Alternativa al requerimiento hídrico en acuicultura

Ago 30, 2023

Ante la creciente escasez hídrica que afecta al país, la desalinización y el rehúso con tecnologías limpias apunta a beneficiar las distintas actividades humanas y económicas, junto con aportar a futuro con la resiliencia en esta materia.

En un escenario donde la escasez hídrica es cada vez más preocupante en el país, la Asociación Chilena de Desalinización y Reúso (Acades) surge como una respuesta coordinada entre distintas organizaciones para impulsar el desarrollo integral de la industria del reúso y la desalinización, como fuentes alternativas y sostenibles a las aguas continentales.

Al respecto, el vicepresidente de Acades, Alberto Kresse, en conversación con Revista AQUA se refirió a cómo se evalúan los costos de desalinizar agua para procesos industriales, y cómo se busca abaratar el costo de desalinizar agua a futuro.

“En plantas medianas o mayores, el costo del agua desalada es normalmente inferior a un peso por litro, por lo que es una alternativa que puede ser viable para distintas industrias y actividades económicas, como la acuicultura. En plantas menores, este costo unitario aumenta, debido a que se pierden economías de escala, principalmente por el costo de las actividades e instalaciones marinas”, afirmó Kresse.

Destaca que los costos de operación de los procesos dependen principalmente de partidas como el precio de la energía eléctrica, el valor de las membranas y la mano de obra. “Más allá de estos ítems, muchas veces lo que determina la factibilidad de este tipo de suministro es el valor del transporte a los centros de consumo, incluyendo todas las gestiones de terrenos, obras y consideraciones ambientales de la instalación de conducciones”, acotó.

Añadió que, en ese sentido, “resulta deseable desarrollar sistemas que agreguen demanda, del tipo multipropósito, pero sobre todo, impulsar proyectos eficientes de transporte de agua desde la costa hacia el interior de las regiones. En los que idealmente deberían involucrarse los gobiernos regionales o la autoridad central para asegurar su eficiencia y otorgar las garantías mínimas requeridas para su desarrollo”.

En nuestro país, de un total de 22 plantas desaladoras en operación, nueve abastecen a la minería y diez a distintos usos industriales. Varias de estas plantas pertenecen a las mismas mineras y se encuentran en el mismo lugar donde estas trabajan, por lo que, en ese caso, se abaratan los costos de trasporte del agua hacia el lugar de destino.

“Cabe destacar que, aunque el proceso minero sea el área industrial donde más se utiliza agua desalada, hay otros ámbitos donde también, y cada vez más, están utilizando este recurso. Un ejemplo es la acuicultura, como mencionábamos anteriormente, pero también, a futuro, se espera que la desalación cumpla un rol importante en el desarrollo del hidrógeno verde y la industria del litio”, destacó Alberto Kresse.

Lea el artículo completo en la Revista AQUA aquí.

Fotografía: Keepex 

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