(Estrategia) Cuentas alegres sacó en el tercer trimestre de este año la compañía de los grupos Sarquis y Yaconi-Santa Cruz, Blumar. Es que sus ingresos aumentaron 39,8% al totalizar US$99,8 millones, y sus resultados anotaron ganancias por US$47,4 millones frente a la pérdida por US$9,6 millones arrojada en igual periodo de 2013.
Y con el fin de continuar navegando en ese escenario de buenos resultados, menores costos y riesgos sanitarios contenidos, la empresa decidió bajar fuertemente su promedio de producción salmonicultora hasta las 35.000 toneladas o incluso 34.000 toneladas, a partir de 2015. Este año la firma obtendrá 43.000 toneladas.
«Principalmente el recorte de producción es en truchas, dado que no las volvimos a sembrar, considerando las complicaciones sanitarias de la especie. La idea es mantener ese nivel hasta que veamos que se puede cambiar la decisión», manifestó a Estrategia el gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín.
El ejecutivo explicó además que se realizó este importante ajuste en vista de los malos resultados productivos de ejercicios previos en la industria nacional, donde un ejemplo claro es la crisis que causó el virus ISA. «Lo importante es mantener condiciones sanitarias óptimas, para disminuir la volatilidad que ha tenido el negocio en los últimos años, generando uno sustentable con rentabilidades normales en el largo plazo», argumentó.
De hecho, este plan fue comenzado por la firma de los grupos Sarquis y Yaconi-Santa Cruz durante 2013, cuando dieron el vamos al programa que buscaba mejorar su situación financiera y sanitaria, priorizando el pago de deudas y una producción más acotada.
En cuanto a las dificultades que ha tenido el sector salmonicultor para relocalizar sus concesiones, el gerente general de Blumar admitió que existe preocupación al respecto, dado que no se ha logrado avanzar en prácticamente nada «por razones burocráticas, porque requiere la interacción de varias autoridades ambientales, por temas también de la industria».
Por eso es que será importante el compromiso del Gobierno, que está dando señales con el proyecto de ley que enviará al Congreso para su tramitación, con el fin de que la moratoria de concesiones que vence en abril de 2015, se amplíe por cinco años más, lo que significará que no se podrán solicitar nuevos centros de cultivo en las regiones de Los Lagos y Aysén.