A diferencia de otras formas de energía renovable, como el sol y el viento, la energía de las olas es predecible y, con mucho, más consistente. Se estima que el potencial de energía de las olas es de 30.000 TWh/año (solo 1 TWh/año puede alimentar el doble del número de hogares en los Estados Unidos anualmente). Las ciudades más pobladas tienden a estar cerca de océanos y puertos, y el 60% de la población mundial vive a menos de 100 km de la orilla del mar.
Esta nueva tecnología es un desarrollo de la industria israelí en conjunto con Río Ventisqueros, una empresa de la ciudad de Rancagua especializada en asesorías en base a gestión y desarrollo tecnológico industrial. Esta tecnología está pensada para generar energía para pontones y zonas aledañas a los centros de cultivo y centros de procesamiento. Su innovación también busca minimizar el uso de petróleo.
Al respecto, el gerente general de Río Ventisqueros, Humberto Echeverría, detalló a Medios AQUA que “el sistema está compuesto por boyas independientes, 50-300KW cada una. Cada boya está anclada al fondo marino a profundidades de 12-30 metros (o anclada a una plataforma en aguas más profundas, como un parque de turbinas eólicas, una plataforma de gas / petróleo u otra). Diseño único capaz de generar electricidad a partir de olas de 0,5-8 metros de altura. Conversión de ondas multidireccionales. Diseñado para soportar y operar en mares agitados. Se puede bajar/sumergir durante las tormentas. Se puede instalar en matrices para formar granjas MWEC de alta capacidad”.
Principales ventajas
Ahora bien, respecto a las ventajas de la boya inteligente (Smart Buoy), Humberto Echeverría destacó que esta permite «contar con una alta disponibilidad de energía, con alturas de ola de solo 0.5-8 metros en cualquier dirección, en comparación con el sistema de Eco-Wave, que está limitado a olas de 1.5 m y además requiere ondas direccionales».
Comentó además que el sistema es de bajo costo y altamente robusto, con una alta eficiencia de conversión de energía, superior al 70% frente al WEC (World Energy Council) típico del 20%. También permite una ubicación flexible y está diseñado para funcionar durante más de 30 años, con muy bajo mantenimiento.
Además, es respetuoso con el medio ambiente. Por ejemplo, a diferencia de los sistemas eólicos, opera con un funcionamiento silencioso, sin causar daño ambiental, y no es perjudicial para la vida marina ni para las aves. Además, no requiere grandes extensiones de áreas marinas y terrestres.
«El diseño del sistema está completado y la boya de 3 kW se sometió a una prueba de simulación en tierra y posteriormente se probó en el mar a una profundidad de 17 metros y a 1.200 metros de la costa. El sistema funcionó y produjo electricidad con todos los sistemas operando correctamente», concluyó Echeverría, adelantando que la próxima fase contempla la prueba de 3 kW en el mar durante un mes.
La boya inteligente, además, contempla la construcción de una central eléctrica de 1 MW, incluida la transferencia de electricidad a tierra y la conexión a la red. La preparación de la central lleva un mes y la prueba se extiende durante tres meses. Río Ventisqueros ha implementado sistemas integrales de mejora continua mediante la creación y desarrollo tecnológico personalizados.
Fotografías: Río Ventisqueros.