(El Pulso) Una de las compañías que más ha sufrido por las mafias del salmón es la Pesquera Camanchaca. La empresa ligada a las familias Fernández y Cifuentes registra más de diez robos y el último tiene un especial recuerdo para su gerente general Ricardo García.
“El último registrado en la cercanía de Los Ángeles hace un par de semanas, se efectuó con secuestro de nuestro empleado y robo con violencia de 14 toneladas de salmón”, denuncia el ejecutivo. Añade que “muchas empresas sufren este flagelo a cada rato; los daños económicos y morales son enormes”.
Por lo mismo, el ejecutivo se muestra contrario a la propuesta que evalúa Subpesca para liberalizar la pesca del salmón salvaje. A su juicio lo que la industria salmonicultora requiere radica en una mayor fiscalización de parte de Sernapesca y el Servicio de Impuestos Internos.
Esta medida permitirá “capturar las cadenas ilegales de especies, desde todos los puntos de venta, hacia atrás, para asegurar que los suministros son legales, siguen las normas y pagan los impuestos que corresponde”.
Para el gerente general de Camanchaca, los escapes de salmones de sus centros de engorda son incidentes muy menores. En efecto, según cifras del Servicio Nacional de Pesca actualmente representan menos del 0,02% de los pescados en cultivo.
Por lo mismo para García la propuesta del gobierno sólo fomentaría el blanqueo y robo de salmón.