La empresa salmonicultora Ventisqueros, controlada por el grupo alemán Schörghuber, espera cerrar de manera positiva el 2023. Esto se debe a que, en el transcurso de los últimos diez años, la firma ha aumentado su volumen de producción de 20.000 toneladas brutas a más de 47.000 toneladas en 2022, con el objetivo de alcanzar próximamente un volumen de cosecha de 55.000 toneladas brutas.
Este desarrollo, que se tradujo en resultados excepcionales tanto desde el punto de vista económico como financiero, se vio respaldado además por la inversión de más de US$100 millones en infraestructura marítima, crecimiento de biomasa y contrataciones de personal. Estas inversiones han creado una de las operaciones más sostenibles y tecnológicamente avanzadas de Chile.
No obstante, el CEO de Ventisqueros, José Luis Vial, destaca que alcanzarán este aumento productivo a pesar de que en el país existen trabas normativas que limitan el crecimiento de la actividad. «En Chile, es difícil que la industria salmonera crezca en su producción por dos razones de carácter normativo. Déjeme explicar en simple: la primera razón es que existe un aplazamiento para el otorgamiento de nuevas concesiones para el cultivo de salmónidos”, sostuvo.
“La segunda razón —explica el ejecutivo—, es referente al modelo productivo que evalúa las variables de cada ciclo productivo para determinar si se puede o no aumentar la siembra del ciclo siguiente, es decir, tienen que darse muy buenas condiciones sanitarias y productivas en los centros de cultivo para poder aumentar hasta un 9% el volumen de cultivo del próximo ciclo”.
“De esa misma forma, si el desempeño sanitario-productivo es deficiente, se restringe la siembra de peces hasta en un 16% para el ciclo productivo siguiente. Esto último es transversal para la industria chilena», afirma el CEO de Ventisqueros.
Competitividad
Adicionalmente, José Luis Vial recordó que Noruega es el principal productor de salmón a nivel global con un 54% de la producción anual. El Estado noruego tiene un plan para quintuplicar su volumen al 2050.
“Ante este escenario, ¿cuál sería la propuesta desde Chile? Con la discusión de la nueva Ley de Acuicultura que está impulsando el gobierno, tenemos la oportunidad de posicionarnos como potencia alimentaria, eliminando trabas a la producción más eficiente y mejorando, aún más, los estándares productivos de manera más competitiva», concluyó.
Fotografía: Ventisqueros.