El ministro vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, ratificó este lunes 26 de diciembre que "la política exterior del Estado de Chile, que ha sido permanente y por muchos años mantenida, en el sentido de que no hay un reconocimiento a una jurisdicción propia, a una soberanía propia de las islas Malvinas". Y afirmó que "sin ese reconocimiento del Estado de Chile, no corresponde el reconocimiento a naves que lleven las banderas de las Malvinas".
De acuerdo con lo publicado por La Nación, Chadwick hizo estas declaraciones cuando la situación entre Argentina y el Reino Unido sigue deteriorándose, luego del cruce de acusaciones respecto a la situación de las Malvinas (o Falkland Islands para los ingleses), cuya soberanía ambos países disputan y que los enfrentó en un conflicto bélico en 1982.
Acuerdo del Mercosur
La semana pasada, durante la cumbre del Mercosur en Montevideo (Uruguay), el bloque (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y del que Chile es país asociado junto con varios otros de la región) decidió prohibir que barcos con la bandera de las Malvinas (que las autoridades argentinas consideran "ilegal") atraquen en sus puertos, lo que fue duramente rechazado por el Gobierno británico, que denunció un intento de imponer un "bloqueo" a las islas.
"Lo único que ha ocurrido es que Chile ha suscrito este acuerdo de ratificación de una política permanente del Estado de Chile (…) Chile siempre ha apoyado las reivindicaciones y los derechos del Estado argentino", agregó el ministro vocero chileno.
Sin contactos
Chadwick aclaró además, que el Gobierno británico no le ha manifestado ninguna "inquietud" sobre este tema a La Moneda, como habían denunciado medios locales.
"No hemos tenido, hasta el momento, ninguna expresión por parte de la embajada de Gran Bretaña en Chile o del Gobierno inglés sobre ninguna situación sobre la ratificación que ha hecho Chile a este acuerdo", aclaró.
"El Gobierno inglés sabe perfectamente y conoce muy bien la posición del Estado de Chile que es desde hace muchos años la misma, donde obviamente no hay ningún problema en el reconocimiento de la bandera de una nave que este con bandera inglesa o con bandera de cualquier otro país, pero no podemos reconocer una nave con una bandera de un Estado o unas islas que, a juicio de Chile, no son Estado y no tienen jurisdicción", apunto Chadwick.
Según La Nación, está previsto que el tema de las Malvinas sea conversado por el Presidente Sebastián Piñera y su colega argentina Cristina Fernández cuando la mandataria visite nuestro país el 25 y 26 de enero.
Afectados
El Mercurio detalló que la flota pesquera originaria de Vigo, en España, que opera en la zona de las islas Malvinas y está abanderada en las islas quedó sin puertos de reabastecimiento y apoyo, tras la decisión del Mercosur de cerrar sus puertos a los buques con bandera del archipiélago.
La determinación, que solidariza con la demanda argentina sobre ese territorio, complicó a los empresarios hispanos que laboran en esa área y llevan en sus barcos la bandera de las Malvinas (Falklands, según el Reino Unido) como enseña de conveniencia.
Los armadores vigueses esperaban poder contar con puertos chilenos, especialmente Punta Arenas, para usarlos como alternativa en reemplazo de Montevideo, hasta ahora su base de operaciones.
Cabe recordar que la presencia de la flota de Malvinas en ese terminal uruguayo traía ganancias para este terminal que ascendían a entre US$ 200 millones y US$ 300 millones al año, obtenidos a través del pago de tasas y servicios portuarios y los servicios prestados a las embarcaciones y las tripulaciones, entre otros aspectos.
Sin embargo, la decisión chilena de respaldar la posición del Mercosur obligaría a los armadores a optar por puertos en África, con costos mucho mayores que harían menos conveniente la extracción de especies de menor valor comercial.
En el archipiélago solo existe una compañía marítima que brinda servicios portuarios, la griega Lavinia Corporation, que actúa como un monopolio, según consignan fuentes citadas por el diario español "Faro de Vigo".
Mientras tanto, operadores portuarios de Montevideo trataban de revertir la medida adoptada por las autoridades del país, debido a las pérdidas que traería la ausencia de la flota abanderada en Malvinas para la economía de este terminal marítimo.