(La Tercera) Tras 17 días paralizada, la Provincia de Chiloé (Región de Los Lagos) recuperó la conectividad, luego de que Ancud, la última comuna pendiente, firmara un acuerdo con el Gobierno la noche del jueves. Hubo aplausos y abrazos. Sin embargo, pasado aquel hito, las cuentas de los gremios residentes en la Isla Grande no son alegres, tras hacer un primer balance sobre el impacto de las tomas de caminos sobre la economía local. Esto, considerando que la zona ya estaba deteriorada por la prohibición de mariscar decretada el 3 de marzo pasado en Quellón, y que el 20 de abril se expandió a casi toda la región.
Si bien el ministro de Economía no ha querido entregar aún un balance oficial sobre el costo de la movilización para el Estado, sí lo hicieron los comerciantes, empresarios y gente de mar, quienes lamentan los ingresos que dejaron de percibir durante el conflicto.
Juan García, presidente de la Asociación de Pescadores Demersales, calculó que “por cada día sin trabajar los pesadores perdieron $ 30 mil, y los recolectores entre $ 10 y $ 15 mil”. Según el dirigente, las pérdidas hay que considerarlas desde el primer evento de marea roja al sur de Chiloé y que hoy cubre todas las costas de la región, a excepción del Seno del Reloncaví y la provincia de Palena. “Aún estamos en medio de la contingencia, no podemos decir que está superada”, subrayó el director Regional de Sernapesca, Eduardo Aguilera.
Zoila Bustamante, presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales, desestimó evaluar las pérdidas monetarias. ”No le pongo precio a mi gente, porque por ponerle precio les van a pagar un bono de 300 lucas”, precisó.
La crisis económica que trajo la marea roja afectó a los locales de comida de mar en Puerto Montt, pero también al comercio relacionado. ”El día de la Madre me fue pésimo, ni en comparación con el año pasado. Todos los pequeños comerciantes se resintieron”, comentó Janet Manquian, dueña de la única florería del terminal de buses de Puerto Montt.
Cruzando el canal Chacao, en Chiloé, las cifras no son mejores. Según Julio Candia, presidente de la Cámara de Comercio de Castro, “las pérdidas llegan a 60% en los restaurantes, a 80% en los pequeños comerciantes, a 70% en hotelería y a 60% en supermercados. Sabemos de gente que quebró; son situaciones que veremos a partir del lunes”.
El gremio solicitó una reunión con la seremi de Economía y la Corfo, “para ampliar nuestras posibilidades de soluciones”, dijo Candia.
Los mitilicultores o cultivadores de choritos están buscando cómo revertir las pérdidas. “En promedio, desde que comenzó esta crisis, las pérdidas del sector son, aproximadamente, del orden de US$ 1 millón. Ahora vamos a trabajar con Sernapesca y la Autoridad Sanitaria para saber dónde pueden existir zonas limpias de marea roja”, precisó Yohana González, gerenta de Asociación Gremial de Mitilicultores de Chile (AmiChile).
El transporte, que ya venía resentido por la crisis del salmón en el verano, fue igualmente golpeado por la marea roja, que por primera vez llegó a Ancud. “Ahí la distribución es prácticamente nula. Estamos hablando de una cifra, por lo bajo, de $ 200 millones diarios de pérdidas”, señaló Ramón Torres, presidente de la Asociación de Camioneros San Carlos de Ancud.
El rubro hotelero, fue otro sector golpeado por la cancelación de reservas y las dificultades en el acceso de insumos y de los propios trabajadores. “En mayo del año pasado teníamos un 33% de ocupación y ahora eso bajó a 3%. Vamos a necesitar mucho apoyo en promoción por parte del gobierno para revertir la desconfianza de los pasajeros”, dijo Lorena Vera, administradora del Hotel Parque Quinquilco.
Crisis de imagen
Consultada la subsecretaría de Turismo, declinaron referirse a cifras o algún plan para enfrentar la crisis de imagen de Chiloé. Desde la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur) esperan reunirse con las autoridades a la brevedad, para potenciar el turismo nacional en vacaciones de invierno. “Afortunadamente, esto ocurrió en temporada baja, en verano hubiera sido un desastre total. La isla tiene muchas potencialidades y gastronomía alternativa que se pueden aprovechar”, precisó la vicepresidenta de Fedetur, Andrea Wolleter.