(FAO) Según los datos preliminares publicados en vísperas de la reunión del Subcomité de Comercio Pesquero de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), a realizarse en Bergen (Noruega) la próxima semana, se espera que la producción mundial de captura y acuicultura alcancen un nuevo récord en 2013 con 160 millones de toneladas, frente a los 157 millones de toneladas del año anterior, mientras que las exportaciones llegarían a US$136 millones.
“El auge del comercio mundial de pescado está generando más riqueza que nunca, pero los países deben ayudar a los pescadores y acuicultores de pequeña escala a compartir también estos beneficios”, aseguró la FAO.
«Las cifras récord del comercio reflejan el fuerte crecimiento de la producción acuícola y los altos precios de una serie de especies como el salmón y el camarón», explicó el jefe del Servicio de Productos, Comercio y Comercialización de la FAO, Audun Lem.
“Las proyecciones para 2013 apuntan a que los acuicultores produzcan 70 millones de toneladas, lo que supone el 44% de la producción pesquera total y el 49% del pescado para el consumo humano directo. El porcentaje de la producción pesquera que se comercializa a nivel internacional es notable, en torno al 37% en 2013″, destacó Lem.
«Esto convierte al sector pesquero en una de las industrias más globalizadas y dinámicas en la producción mundial de alimentos”, agregó.
Apoyo a los pescadores artesanales
En tanto, los países en desarrollo siguen desempeñando un papel importante en el suministro a los mercados mundiales, representando el 61% del volumen total de las exportaciones de pescado y el 54% del valor en 2012.
Sus ingresos netos de exportación (exportaciones menos importaciones) alcanzaron los US$35.300 millones, cifra superior al de otros productos agrícolas combinados, incluyendo el arroz, la carne, la leche, el azúcar y el banano.
Pero los beneficios del comercio internacional no siempre llegan a manos de las comunidades pesqueras de pequeña escala, a pesar de que los pescadores y acuicultores artesanales constituyen alrededor del 90% de la fuerza laboral del sector, según la FAO.
La Organización de la ONU insta a los países a ayudar a los pescadores en pequeña escala y los trabajadores del sector pesquero –cerca de la mitad de los cuales son mujeres– a superar una serie de obstáculos, como la falta de poder de negociación y de acceso al crédito.
Subproductos
Además, en la medida en que se procesa una mayor cantidad de pescado para la exportación, existen más subproductos –como cabezas, vísceras y espinas– que pueden convertirse potencialmente en productos valiosos también para el consumo humano.
«Los subproductos del pescado tienen a menudo un valor nutricional más alto que los filetes, en especial en términos de ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, y pueden constituir un medio excelente para combatir las carencias de micronutrientes en los países en desarrollo», sostuvo Lem.
Existe también un mayor potencial para convertir los subproductos en harina y aceite de pescado destinado para alimento en la acuicultura y la ganadería, contribuyendo indirectamente a la seguridad alimentaria, según la FAO. Esto permitiría que algunos de los pescados enteros utilizados hoy en día para la producción de harina y aceite se utilicen para el consumo humano directo.