Consumo de pescado, deporte y salud cardiovascular

Abr 24, 2024

El Omega 3 presente en la especie tiene múltiples beneficios como el mejoramiento de la función cardiovascular, el sistema inmune y perfil lipídico, junto con la reducción de la inflamación.

Los ejercicios cardiovasculares, también conocidos como aeróbicos, son parte fundamental de un estilo de vida saludable, que están presentes tanto en deportes de alto rendimiento, como en actividades cotidianas. Estos movimientos no sólo fortalecen nuestro corazón y el sistema vascular, sino que también mejoran la capacidad respiratoria y la resistencia muscular.

Frente a esto se recomienda consumir pescados para aprovechar los beneficios de los ácidos grasos Omega 3. Por esto, es importante incluir fuentes de estos nutrientes en su dieta regular como el jurel o el salmón, al igual que frutos secos, como las nueces y las semillas de linaza.

La nutricionista colaboradora de Orizon Seafood, María Trinidad Forteza, explica que, «los ácidos grasos Omega 3 han surgido como un área de interés debido a sus numerosos beneficios para la salud cardiovascular y su potencial en el rendimiento deportivo. Existe evidencia sólida que sugiere que la suplementación dietética con Omega 3 tiene un impacto positivo en la función vascular en sujetos sanos, por lo que actualmente se está investigando cómo estas ventajas se pueden extrapolar al rendimiento deportivo de atletas”

Bajo la misma línea, la especialista nos describe cómo los Omega 3 pueden favorecer al rendimiento cardiovascular en deportistas, «los ácidos grasos Omega 3 pueden mejorar la circulación sanguínea al dilatar los vasos sanguíneos, al igual que la función endotelial vascular y el metabolismo de los lípidos. Esto implica un óptimo suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos durante el ejercicio, lo que puede retrasar la fatiga muscular y potenciar la resistencia».

Además, tienen efectos antiinflamatorios que pueden reducir el dolor muscular y acelerar el proceso de recuperación y reparación del tejido después del ejercicio intenso. Ayudan a mantener niveles saludables de lípidos en sangre al reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol HDL («bueno»), favoreciendo así la salud del corazón y la circulación. También, fortalece el sistema inmune, previniendo enfermedades y reduciendo el tiempo de recuperación.

Fotografía: Orizon

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