El rótulo “Pasión de Multitudes” responde a que el fútbol es el deporte más transversal que existe. Las razones son variadas, desde que para practicarlo solo se requiere cualquier elemento con forma ovalada, pasando porque se desarrolla a nivel profesional en casi todos los países del mundo, y hasta el factor de que sea en las comunidades más vulnerables socioeconómicamente donde tiene mayor incidencia.
Este último punto es el más importante para un club de fútbol que aspira a ser líder más allá de los logros deportivos. Más aun cuando es uno de los pocos en el país que se ha mantenido como corporación, es decir, no ser sociedad anónima con el objetivo de que todos –personas, empresas y entidades públicas y privadas– puedan ser parte de la institución con voz y voto.
“El hecho que podamos tener una política de puertas abiertas, donde quien quiera pueda ser parte de las comisiones, elegir los cargos y poder decidir democráticamente los caminos a seguir, es algo de lo que nos sentimos extremadamente orgullosos”, comenta la presidenta de Deportes Puerto Montt, Jessica Uribe, en referencia a la figura jurídica que ha mantenido la institución albiverde desde su fundación en 1983.
Es precisamente por eso que llama la atención que la capital de la Región de Los Lagos, con más de 200.000 habitantes y con una industria que representa la segunda actividad exportadora más importante del país –tras la minería–, registre en el club de fútbol profesional que la representa no más de 300 socios al día.
Ardua labor
Deportes Puerto Montt no solo implica los 29 jugadores y cuerpo técnico y médico del plantel profesional, sino que mantiene cuatro divisiones en el Fútbol Joven (Sub 15, Sub 16, Sub 17 y Sub 19); la Escuela de Fútbol de Menores con niños entre los cinco y los trece años, a la que se suma las escuelas en las comunas de Maullín (Provincia de Llanquihue) y Quemchi (Provincia de Chiloé); y la Rama de Fútbol Femenino con dos equipos Sub 17 y uno adulto (primera división). En total, 200 deportistas que día a día se ponen la camiseta con el nombre de la ciudad considerada la capital de la industria del salmón.
[cita align=»alignleft»]Es importante que los jóvenes aprendan el valor de la comprensión y la generación de lazos humanos y sociales que, en definitiva, se traspasarán a la ‘cancha’, dice Carolina Muñoz.[/cita]La representante de la Comisión de Fútbol Joven, Carolina Muñoz, detalla que a la Escuela de Fútbol de Menores asisten niños provenientes de diversas localidades de la región, mientras que en el Fútbol Joven lo realizan adolescentes de todo el país, “quienes viven en la Casa del Futbolista que el club les facilita en el sector de Anahuac, aledaño al Regional de Chinquihue, estadio donde ofician sus prácticas y se desempeñan en condición de local en los distintos campeonatos en que participan”.
Añade que la importancia de la Casa del Futbolista no solo radica en que los deportistas tengan un lugar de alojamiento, «sino que sea una instancia de camaradería, donde aprendan el valor del cooperativismo, de la comprensión y la relevancia de los lazos humanos y sociales que, en definitiva, se traspasarán a la ‘cancha'».
Patrimonio de la ciudad
“Para nuestra institución, los acercamientos con la industria salmonicultora son de vital importancia, dado el protagonismo del rubro en esta zona. Por ello, nuestro objetivo es sellar alianzas como las existentes en otras regiones, donde los equipos de fútbol pasan a ser referentes de las industrias locales”, sostiene Jessica Uribe, ejemplificando los casos de la Compañía de Acero del Pacífico (CAP) y Huachipato; la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) con O’Higgins y Cobreloa; entre otros.
Para cerrar, la timonel de la tienda albiverde enfatiza: “El club es patrimonio de la ciudad y pretendemos ser el referente deportivo para todos los jóvenes, involucrando a cada uno de los estamentos públicos-privados en la búsqueda del desarrollo sostenible”.