“La acuicultura tiene un futuro brillante” o, como dice el mismo título, “quien está en acuicultura no le faltará trabajo”, fueron algunas de las ideas clave que entregó el autor de más de 120 papers científicos, el Dr. Daniel Benetti, investigador responsable de la Escuela de Acuicultura de la Universidad de Miami (Estados Unidos) y uno de los presentadores más concurridos que ha tenido el VI Congreso Nacional de Acuicultura, evento que se realiza en la ciudad de Viña del Mar (Región de Valparaíso) y que durará hasta este viernes 20 de enero.
Pero el profesor que ha colaborado en el desarrollo de la acuicultura en los cinco continentes no estuvo solo. Por el contrario. También presentaron sus investigaciones 26 científicos chilenos que al alero de diferentes grupos científicos nacionales, están contribuyendo a un mayor conocimiento de los desafíos que enfrenta la salmonicultura, como el SRS, cáligus o la nutrición de los peces, así como la diversificación de la actividad a través de la producción de otros peces o moluscos.
Pero volvamos por un momento a la esperanzadora mirada futura que entregó Benetti durante una jornada que concluyó con la elección de un nuevo presidente para la Sociedad Chilena de Acuicultura, entidad encargada de la organización junto con la Universidad Andrés Bello.
El dinero en el bolsillo
A diferencia de algunos científicos, el residente del país del norte está consciente que la acuicultura es y debe ser un negocio para los productores. En esto no tiene dobles lecturas o falsas posiciones. “El dinero de los productores se va en la alimentación de los peces, representando casi el 60% de los costos. Sin embargo, regresa a través de la comercialización”, consignó Benetti, llamando a científicos y empresarios a investigar de mejor manera los requerimientos nutricionales de los peces de forma de encontrar nuevas fuentes proteicas que permitan disminuir la dependencia de estos insumos limitados (“pero renovables”), como la harina y aceite de pescado, pero que, de igual forma, se termine impulsando a la baja los costos por este ítem. “La otra vía es educar a los mercados para que pidan pescado más chico. En Estados Unidos por ejemplo, donde la mayoría de los habitantes somos de ascendencia latina, europea o asiática, nos gustan los ejemplares de menor tamaño, lo que es mucho más eficiente para los productores. ¿Quién dijo que nos gustan los pescados grandes o que no se puede cambiar este tipo de consumo?”, requirió a la audiencia el investigador.
Hacia futuro, Benetti aseveró que la producción de peces se hará en sistemas expuestos u offshore. “Esto no será ahora, ni en cinco años. Pero estimo que de aquí a 15 años será la gran tendencia”, dijo el científico basándose en fotografías de grandes balsas jaula sumergibles que capturaban el apoyo entregado por él y su equipo a países como Panamá o Costa Rica. Los ejemplos fueron múltiples.
Respecto de Chile, “que goza de buena reputación en el extranjero, no así en su mismo país”, aseveró que se debe seguir avanzando en una disminución en el uso de antibióticos y de antiparasitarios. “No entiendo cómo acá no se ha potenciado más el cultivo de peces limpiadores o agua dulce para el tratamiento de los piojos. Sé que no han sido del todo efectivo pero al menos ayudará a mejorar la imagen del sector dentro de la misma población”, se preguntó el líder del único laboratorio de peces a nivel mundial que tiene una certificación de GlobalGap. Las respuestas no tardaron en llegar.
Las fichas de la industria
El gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), Dr. Alfredo Tello, fue el encargado de repasar los grandes hitos sociales, productivos y sanitarios que ha tenido la salmonicultura en Chile, recalcando que “para que haya industria en el futuro, tiene que ser sustentable”. En este sentido, reconoció –entre otros aspectos– que a medida que aumenta la biomasa de peces en el agua también lo hace el uso de antibióticos pero que, no obstante el uso justificado de estos tratamientos, “existe una tendencia mundial para bajar su consumo y la industria está consciente y trabajando en ello”.
¿De qué forma? “Con buenas prácticas, inversión en investigación y desarrollo y regulaciones modernas”. Dentro de los primeros resaltó el rol que ha tenido la Global Salmon Iniciative o el reciente reporte de sustentabilidad publicado por el gremio, además de los cinco millonarios proyectos públicos-privados que se están desarrollando en el país y cuyo foco son la búsqueda de soluciones a desafíos como el SRS y cáligus. “Con investigación de excelencia estamos buscando responder a los desafíos de la industria”, apuntó Tello.
Si bien en términos normativos se reconoce que el camino es un poco más largo, dado los intereses políticos, económicos y sociales que hay en juego, a través de diferentes diapositivas el encargado del brazo técnico-científico de SalmonChile demostró que el actual modelo productivo ha sido eficaz en el control de ISA, pero que ha terminado aumentando los costos y concentrado la biomasa en determinado tiempos y espacios lo que ha favorecido los brotes de “enfermedades denso-dependientes”. Por lo anterior, expresó, “sería bueno que la industria se pudiera relocalizar, teniendo menos centros de cultivo pero más grandes, tal como sucede en otros países”, finalizó el ejecutivo sin antes agregar que “la industria del salmón de Chile es demasiado importante para que no siga avanzando por el camino de la sustentabilidad. En ello estamos trabajando”.
Se puede destacar que en la próxima edición de AQUA se entregará un mayor detalle de las investigaciones presentadas durante la reunión que tuvo como sede la “ciudad jardín”, Viña del Mar.