Estudian la degeneración tubular renal en salmón Atlántico

Dic 17, 2019

Un elemento a considerar es que la vacuolización puede ser el resultado de artefactos relacionados con autolisis o fijación deficiente.

La degeneración tubular renal es una entidad que puede ser consecuencia de numerosas causas que alteran la función celular y generalmente es un indicador temprano de necrosis celular. La degeneración tubular es caracterizada por una variedad de cambios morfológicos entre los cuales se encuentran el incremento del tamaño y edema celular.

El edema celular (degeneración vacuolar, degeneración hidrópica) es la primera manifestación de casi todas las formas de daño celular y es una de las características más comunes de la degeneración tubular.

La lesión celular se produce cuando las células se someten a un estrés tan importante que no pueden adaptarse ya, cuando se exponen a agentes con capacidad lesiva inherente o cuando presentan alteraciones intrínsecas. Las lesiones pueden progresar a través de un estadio reversible y culminar en la muerte celular (Kumar et al., 2010).

En las fases precoces o formas leves de lesión, los cambios funcionales y morfológicos son reversibles si se elimina el estímulo lesivo. Las características de las lesiones reversibles son una reducción de la fosforilación oxidativa, con la consiguiente depleción de las reservas energéticas celulares en forma de adenosina trifosfato (ATP) y el edema celular secundario a cambios en las concentraciones de iones y la entrada de agua (Kumar et al., 2010).

«La degeneración tubular renal es una entidad que puede ser consecuencia de numerosas causas que alteran la función celular y generalmente es un indicador temprano de necrosis celular. La degeneración tubular es caracterizada por una variedad de cambios morfológicos entre los cuales se encuentran el incremento del tamaño y edema celular», explica Marcos Godoy en la más reciente publicación de su blog, donde añade que el edema celular (degeneración vacuolar, degeneración hidrópica) es la primera manifestación de casi todas las formas de daño celular y es una de las características más comunes de la degeneración tubular.

Histopatología

En los casos leves se observa pequeñas vacuolas en el citoplasma, las cuales a medida que progresa la lesión se incrementan en número y tamaño. La vacuolización puede estar asociada a una sola gran vesícula (macrovesicular) o a múltiples pequeñas vesículas (microvesicular). El núcleo paulatinamente es desplazado a la porción basal de la célula y su forma puede eventualmente observarse alterada. La degeneración vacuolar puede traer como consecuencia una disminución del lumen tubular. Si la noxa persiste adicionalmente puede ser observada atrofia epitelial y fibrosis peri tubular (Johnson et al., 1998; Monserrat et al., 19975; Ree et al., 1997).

«Un elemento a considerar es que la vacuolización puede ser el resultado de artefactos relacionados con autolisis o fijación deficiente. En estos casos es importante contar con el historial clínicos y programas de aseguramiento de calidad del proceso», añade Marcos Godoy en la publicación a la cual puede acceder aquí.

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