Un artículo recientemente publicado en la Revista LAJAR, documenta por primera vez, las causas y el número de salmónidos que han escapado en Chile durante el periodo 2004-2021.
La autora del estudio es la Dra. Sandra Bravo (Universidad Austral de Chile) junto a los investigadores Ken Whelan (University College Dublin, Irlanda), Yonatan Díaz (Universidad Austral de Chile) y María T. Silva (Universidad San Sebastián).
En la investigación se reveló que entre 2004 y 2021 se registraron en Chile 109 incidentes de escape de salmónidos, donde el 67,2% eran salmones del Atlántico (Salmo salar), 9,8% salmones coho (Oncorhynchus kisutch) y 23,0% truchas arcoíris (O. mykiss).
Los investigadores señalaron que el 70,1% de los salmónidos fugados se registraron en la región de Los Lagos, el 23% en la región de Aysén, y el 4,6% en la región de Magallanes. En total, el 80,5% de los escapes se registraron en instalaciones de agua de mar, mientras que de agua dulce representaron el 19,5%.
Causales de los escapes
En relación con las causales, se indicó que “alrededor del 39,5% de los escapes en 2015-2021 se atribuyeron a la rotura de las jaulas de red, principalmente debido a condiciones climáticas adversas. La normativa adicional introducida en 2020 por la autoridad chilena ha ayudado a minimizar el escape de salmónidos de cultivo. Como consecuencia de ello, en 2021 solo se registró un escape, lo que corresponde al 3,85% del número total de escapes registrados entre 2004 y 2021”.
En el paper también se detalló que aproximadamente el 80% de los escapes se registraron en centros de cultivo que utilizaban jaulas de acero, y el 20% se registraron en jaulas de polietileno; estos porcentajes corresponden a las proporciones relativas de los tipos de jaulas utilizados por la industria del salmón en Chile.
En 2004-2021, el mayor número de fugas de las instalaciones marinas se produjo en marzo, julio y agosto, que corresponden a las estaciones de otoño invierno, cuando las condiciones meteorológicas son difíciles y desafiantes.
De acuerdo con la discusión planteada por los autores, se planteó que la ubicación de los centros de cultivo en lugares tan expuestos aumenta enormemente el riesgo de que los peces escapen de estas estructuras. “Por ejemplo, en la región de Los Lagos se registró la mayor cantidad de escapes en el período 2004-2021 (70,1%). Un factor adicional, es la gran diferencia de marea entre la bajamar y la pleamar, que alcanza los 7,3 m en Los Lagos. En comparación con solo los 3,2 m en la región de Aysén y 2,5 m en la región de Magallanes”, especificaron.
Sobre la investigación
Respecto al método de estudio, los investigadores señalaron que solicitaron datos estadísticos a Sernapesca para estimar el número de salmónidos fugados en Chile durante el periodo mencionado.
Esta información se clasificó según las especies de salmónidos implicadas en la fuga salmón atlántico (Salmo salar), salmón coho (Oncorhynchus kisutch), trucha arcoíris (O. mykiss); la región donde se produjo la fuga; la masa de agua en donde se produjo el escape (agua de mar, agua dulce); la causa del escape y el número de peces recapturados tras un incidente de escape. No se incluyeron datos de salmón Chinook, ya que no se registraron eventos de esta especie durante el estudio.
En la investigación se analizaron datos correspondientes a los periodos 2004-2014 y 2015-2021. Los datos sobre el número de recapturas tras una fuga se incluyeron para 2010-2021, ya que estos datos solo estaban disponibles a partir de 2010. Tras la introducción de nuevos reglamentos en 2015, Sernapesca, exigió que se documenten todos los escapes, incluidas las causas del escape. Por lo tanto, el análisis relativo a las causas se realizó para dos periodos, 2004-2014 y 2015-2021.
Los autores clasificaron las principales causas de escapes en desconocidas, climáticas, estructurales, rotura de la jaula-red, operativas, depredación y no concluyentes (sin una causa clara). El análisis relativo a las causas de los escapes se realizó para dos periodos: 2004-2014 y 2015-2021.
El porcentaje anual de salmónidos fugados, basado en el número total de peces criados cada año, se determinó suponiendo que, en el momento de la captura, el peso medio del salmón del Atlántico era de 5,0 kg y para el salmón plateado y la trucha arcoíris era de 3,0 kg.
Puede leer la investigación completa aquí.
Fotografía referencial TC