Biocarbón obtenido desde residuos orgánicos ganó premio Avonni 2015

Nov 24, 2015

La tecnología de carbonización hidrotermal, desarrollada en Chile por la línea de investigación en recursos renovables del Centro de Biotecnología de Sistemas de Fraunhofer Chile Research (FCR-CSB), fue reconocida por su aporte al transformar residuos orgánicos en biocarbón de alta calidad.

Fraunhofer Chile Research (FCR) obtuvo el premio Avonni 2015 en Medio Ambiente, una de las 16 categorías que otorga este galardón, cuyo principal objetivo es identificar, promover y difundir las innovaciones que se realizan a nivel nacional.

El premio se le otorgó a FCR por desarrollar en Chile la tecnología de carbonización hidrotermal, única en América Latina y muy incipiente en Europa, que utiliza residuos domiciliarios e industriales para producir biocarbón.

«Este premio es un reconocimiento al trabajo que venimos desarrollando desde hace más de cuatro años en Chile, para contribuir a través de la investigación aplicada, a desarrollar productos y servicios innovadores para apoyar la competitividad de la industria», destacó el director ejecutivo de FCR, Wolfgang Schuch.

Por su parte, Lothar Driller, líder de la línea de investigación en HTC, explicó que la tecnología de carbonización hidrotermal es una solución eficiente a las más de 4,8 millones de toneladas de residuos orgánicos que se generan cada año en Chile. «Actualmente, solo el 10% de estos residuos son valorizados. El resto se deposita en vertederos y rellenos sanitarios, donde producto de su descomposición, se generan alrededor de 3 millones de megatoneladas de CO2».

Combustible eficiente

La tecnología de carbonización hidrotermal ofrece una solución sustentable a la contaminación causada por los residuos, al generar un biocarbón neutro en emisiones de CO2 y metano. El proceso es muy eficiente, ya que transforma prácticamente todo el carbono de los residuos vegetales en carbón (90% de eficacia).

«Este producto tiene un poder calorífico similar o superior al carbón tradicional y genera una energía de gran calidad, que puede utilizarse en estufas pequeñas y calderas de pequeña y mediana generación», detalló Driller, agregando que entre los residuos que se pueden utilizar para generarlo, están los desechos de las industrias hortofrutícola, vitivinícola y forestal. Además, se pueden emplear los lodos de las plantas de tratamiento de agua, efluentes de celulosa o sedimentaciones de pisciculturas de salmónidos.

Adicionalmente, el agua contenida en la biomasa empleada puede ser recuperada durante el proceso, para ser reutilizada -en algunos casos- como fertilizante.

Productos de valor agregado

Además de producir biocarbón, esta tecnología permite generar otros productos de valor agregado. Al utilizar los residuos de la producción animal, se obtiene un alimento proteico para animales. De igual manera, es posible generar materiales de carbón activo, los que se utilizan en filtros para la depuración de agua, absorción de CO2 o como absorbente de bajo costo para aguas contaminadas con uranio, cobre o cadmio.

También es posible producir carbón negro, que tiene la capacidad de incrementar la eficiencia de células de combustible, y cuyo uso está siendo estudiado para el almacenamiento de energía, células energéticas o tecnologías de cromatografía.

«Además de generar importantes beneficios al medioambiente, esta tecnología ofrece la oportunidad de aprovechar de manera eficiente los residuos de la industria vitivinícola, agroindustria, acuícola, ganadería, entre otras. De este modo, se generan importantes ahorros en gestión de residuos, aportando ganancias con la generación de productos de alto valor agregado», puntualizó Schuch.

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